Sin marcha, hubo pañuelazo en las casas y en las redes sociales. Los organismos de Derechos Humanos exigieron “la apertura y desclasificación de todos los archivos nacionales, internacionales y de la Iglesia” sobre la dictadura cívico-militar.
La conmemoración de los 44 años del último golpe de Estado se realizó sin marcha. En el Día por la Memoria, la Verdad y la Justicia, hubo multitudinarios aplausos a las tres de la tarde durante tres minutos en todo el país y pañuelos en los balcones y las redes sociales.
Los organismos de Derechos Humanos reclamaron una reforma judicial para garantizar la realización de todos los juicios por crímenes de lesa humanidad, y consideraron que no conformar tribunales, hacer audiencias con poca frecuencia y duración no es trabajar para la Justicia, sino poner al Poder Judicial al servicio de la impunidad.
Además, recordaron que durante el gobierno de Mauricio Macri se cerraron dependencias estatales dedicadas a investigar quiénes se beneficiaron con el genocidio y señalaron que “es hora de reactivar esas políticas públicas”. Además, exigieron “la apertura y desclasificación de todos los archivos nacionales, internacionales y de la Iglesia” sobre la dictadura cívico-militar.
El Encuentro Memoria, Verdad y Justicia llamó a “no olvidar, no perdonar ni reconciliarse” con los genocidas y responsables de los crímenes cometidos durante la última dictadura cívico militar y reivindicó a “una generación que dio su vida por cambiar el mundo y lograr una Argentina sin explotación, opresión ni miseria”.
Hebe de Bonafini le pidió a Alberto Fernández “que indulte a los presos políticos”. “No quiero vivir en un país donde hay presos injustamente encarcelados, sin procesos ni condena, y por otro lado, haya tipos que por ser ricos tengan privilegios”. La Madre de Plaza de Mayo destacó que el presidente “se ha puesto el país al hombro. Hay un Estado presente en un momento increíblemente difícil”, afirmó.
Nora Cortiñas aseguró que “la memoria no para nunca. Cuando se pueda, haremos la gran marcha que hacemos todos los años”. Y agregó: “Si el gobierno nos cuida, nosotros nos tenemos que cuidar más para cuidar a los demás”. “Alberto me resultó una persona interesada en el pueblo, en escucharnos, creo que vamos a tener años de diálogo”, afirmó la Madre de Plaza de Mayo.
“Las Madres, las Abuelas, los familiares y los movimientos de derechos Humanos son algo que nos sostiene en ese intento de reparar algo que no tiene reparación posible”, aseguró Ana María Careaga, hija de Esther Ballestrino de Careaga, una de las tres Madres secuestradas por la dictadura. “Sin embargo, es saludable seguir intentándolo, porque en ese intento siempre construimos”.
La interventora de la Agencia Federal de Inteligencia, Cristina Caamaño, señaló que “otra vez las Madres se sienten acompañadas por el gobierno. Esto es algo muy importante, sobre todo para ellas que son mujeres luchadoras de 44 años, y que en determinado momento fueron muy apartadas por distintos gobiernos, hasta que llegaron Néstor y Cristina”. “Y ahora nuevamente se sienten acompañadas, que es lo que ellas necesitan”. “Fue muy bueno que la decisión del presidente haya sido acompañada de buena gana por todos los organismos de derechos humanos”, aseguró Caamaño sobre la suspensión de la marcha. “No marchamos pero tampoco olvidamos”.