Los números de marzo: crecimiento para pocos | por Germán Mangione

Opinión

Marzo fue un mes de estadísticas contradictorias para la Argentina, pero sobre todo para la provincia de Santa Fe. Mientras los indicadores económicos vinculados a la exportación no paran de crecer y augurar nuevos récords, los índices sociales muestran a nuestra región (por donde sales esas exportaciones) como una de las más golpeadas del país.

La industria no arranca

La producción industrial registró en febrero una caída del 2,7% con relación a igual mes de 2020, aunque acumuló en el primer bimestre un alza del 0,7% en la misma medición, según el informe difundido por Fundación FIEL.

En cuanto a las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI) mostraron una leve baja de 0,2 %, en febrero, mientras que la venta externa de combustibles y energía (CyE) cayó un 28%. Lo único que creció en este arranque de año parece ser la exportación agroindustrial.

Pero el problema no es solo de exportación sino de desarrollo y crecimiento industrial. El nivel de utilización de la capacidad instalada en la Industria fue de 57,2% en enero pasado, 1,1 puntos porcentual por encima del 56,1% de igual mes de 2020, y acumuló así la tercera suba consecutiva en interanual, aunque todavía se encuentra por debajo de 2018 (61,6%); y fue levemente inferior al de diciembre pasado (58,4%).

Menos es más

Según estima el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) el aumento de los precios internacionales en los commodities, compensa la disminución de la producción por la sequía. Y esto va a implicar que las cadenas granarias aportarán US$ 40.244 millones al PBI y US$34.642 a las exportaciones durante este 2021.

De ser así representará un crecimiento del 30% en la estimación que había sobre el valor de la producción agraria para este año, a pesar de la caída de las cantidades. Esto obedece al aumento de los precios internacionales de hasta el 40%, impulsados principalmente por la demanda China tras la recuperación parcial de las restricciones impuestas por la pandemia.

El crecimiento no derrama

Este miércoles se daba una paradoja con respecto a la economía argentina. Mientras en la bolsa de Chicago, donde se referencian los precios de los commodities agrícolas, se anunciaba un salto en precio de la soja de U$s25 y del maíz de U$s 10, el INDEC en Argentina daba a conocer su informe semestral de los índices de pobreza según el cual que 6 de cada 10 menores de 14 años es pobre en el país donde se produce gran parte de ese maíz y esa soja.

Toda una foto del modelo económico.

En la comparación interanual brindada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos crecieron los indicadores tanto de pobreza como de indigencia.

Los hogares pobres lo hicieron en 5,7% y las personas bajo la línea de pobreza, en 6,5%, mientras que los hogares indigentes aumentaron en 2,1% y las personas bajo la línea de indigencia, en 2,5%.

En la segmentación de los grupos de edad según condición de pobreza encontramos las cifras mas duras. Se destaca que más de la mitad (57,7%) de las personas de 0 a 14 años son pobres.

Sin trabajo no hay salida

Para entender los índices de la pobreza sin duda hay que observar las cifras sobre empleo del último trimestre de 2020, dados a conocer una semana antes por el Ministerio de Trabajo de la Nación y el INDEC.

Según esas cifras durante 2020 hubo una caída del 4,5% en el total de gente ocupada. Son 786.000 ocupados menos, 193.000 asalariados registrados menos, 736.000 asalariados informales o no registrados menos y 143.000 cuentapropistas más. Los asalariados registrados incluso retrocedieron en casi 20.000 empleos con respecto al segundo trimestre 2020.

A su vez, el desempleo aumentó en 300.000 personas, totalizando dos millones de desocupados urbanos en toda la Argentina.

Así, hay cinco millones de personas con problemas de empleo, a los que habría que sumar más de 1,3 millón de personas que por la cuarentena no pudieron salir a buscar empleo.

De nuevo los más golpeados son los jóvenes y adolescentes. En su Informe el INDEC destacó que mientras el desempleo fue del 11%, entre las mujeres de 14 a 29 años ascendió al 26,0%, 3,4 veces la tasa de las adultas y entre los varones jóvenes (14 a 29 años) la tasa alcanzó el 19%, representando 2,9 veces la tasa de mayores.

El dato alarmante para nuestra región es que el Gran Rosario escaló al segundo puesto nacional de los aglomerados con más desocupados con la cifra de 13,6%. Casi cinco puntos superior a la del mismo mes del año pasado y 2,5 puntos más que en el tercer trimestre del año pasado. La región solo es superada por los partidos del Gran Buenos Aires.

Los números de un “crecimiento” que cierra solo para unos pocos, donde el granero del mundo parece no dar lugar al desarrollo industrial el generador histórico de puestos formales de empleo.

En un país de producción récord de cereales y carnes, con 6 de cada 10 niños y niñas en estado de pobreza, y con crecimiento sideral de la exportación realizada por una de las regiones con más gente sin trabajo del país.


Artículo originalmente publicado en Rosario Plus.