El magistrado denunció la existencia de una gran red de espionaje político y judicial. Afirmó que existe una estructura que involucra a fiscales, abogados, periodistas y personajes políticos que hacen un trabajo de inteligencia y persecución.
El juez federal de Dolores, Dr. Alejo Ramos Padilla, quien investiga presuntas extorsiones realizadas por el fiscal Carlos Stornelli, aseguró que existe “una red de espionaje político y judicial de magnitud”.
El magistrado expuso durante varias horas en la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados ante diversos legisladores y sin la presencia de miembros del oficialismo, que no fueron porque consideraron que se pretende mostrar “un espectáculo en el ámbito político”.
El objetivo era que Ramos Padilla diera detalles de la investigación sobre las operaciones de espionaje ilegal de las que se acusa al presunto abogado Marcelo D’Alessio, procesado con prisión preventiva desde finales de febrero.
El empresario Pedro Echebest había denunciado que éste lo extorsionó indicando que lo hacía en nombre del fiscal Stornelli y que le reclamó 300 mil dólares para evitar que quedara involucrado en un caso de presuntos sobornos de poderosos empresarios a ex altos cargos del kirchnerismo.
“Estamos investigando una red de espionaje político y judicial de magnitud”, remarcó el juez Ramos Padilla en la comisión, y mostró audios y documentos que tendrían relación con ese entramado.
Además, denunció que D’Alessio intentó frenar un registro judicial invocando a altos funcionarios del Poder Ejecutivo y consideró que la causa “puede perjudicar las relaciones con EEUU, Israel, Venezuela y Uruguay, porque esta red de espionaje tuvo injerencia en casos que involucran a estos países”.
“El Estado no puede valerse del espionaje ilegal para producir pruebas. Cuando se cae en espionaje político e ideológico se afecta gravísimamente el Estado de Derecho”, alertó el magistrado, convencido de que se está hablando “de una organización paraestatal con vinculaciones de todo tipo”.
Ramos Padilla señaló que entre los documentos incautados en un registro a D’Alessio, había una carpeta que apunta a un espionaje realizado al periodista Alejandro Fantino, y le pidió a la Comisión “analizar cómo proteger a los periodistas”.
“No es posible que se hagan informes acerca de sus ideologías, sus reuniones y sus relaciones políticas”, subrayó, e insistió en que “hay muchísima prueba de que se puede ver afectado el funcionamiento de la Justicia en causas de enorme relevancia institucional”. Por lo que “el Congreso tiene que tomar cartas en el asunto, todos los representantes deben asumir este compromiso”, concluyó el juez de Dolores.
En el auto de procesamiento de D’Alessio, Ramos Padilla ya indicó que “con anuencia” de Stornelli se llevaron adelante “operaciones de inteligencia y de acción psicológica” para el “éxito” de sus investigaciones judiciales, y aunque señaló que es “probable” que Stornelli “no esté vinculado al reclamo dinerario” a Etchebest, “aparecen muchos elementos” que lo vinculan con hechos de extorsión.
El dictamen también remarca que Stornelli considera a D’Alessio “un servicio de inteligencia de los Estados Unidos” y le pedía información, le solicitaba “investigaciones paralelas” o “extraoficiales” y hasta “operaciones de espionaje para perjudicar a abogados que lo incomodaban”.
El kirchnerista Leopoldo Moreau, titular de la Comisión de Libertad de Expresión, opinó que la presencia del juez se debió a la “aparición de tareas de inteligencia, contrainteligencia y espionaje sobre periodistas que ejercen su labor y se ven hostigados, limitados y coaccionados”.
Como señalamos anteriormente, los diputados de Cambiemos no acudieron a la reunión argumentando, en un comunicado, que se trató de “una puesta en escena”.