La ex boxeadora falleció este lunes por la tarde tras sufrir un ACV justo antes de asumir como convencional reformadora de la Constitución de Santa Fe. Estaba internada en el Hospital “José Cullen”, de la capital provincial.
El boxeo argentino y mundial femenino están de luto por la muerte de una de sus más grandes leyendas, Alejandra «Locomotora» Oliveras. La séxtuple campeona del mundo falleció este lunes 28 de julio tras sufrir un ACV y ser operada de urgencia, dejando un legado imborrable de superación y gloria.
Oliveras había sido electa por voto popular como convencional constituyente y sufrió el ACV justo el día de asumir en la Convención que está reformando la Constitución de la provincia de Santa Fe.
La agencia Noticias Argentinas había informado que el parte médico emitido este mismo lunes por la mañana era alentador. El director del hospital, Bruno Moroni, había informado que Oliveras «usaba cada vez menos el respirador» y que neurológicamente «seguía sosteniendo el avance», con momentos de apertura ocular y comprensión de órdenes motoras.
Sin embargo, a pesar de esa leve mejoría, la ex boxeadora sufrió una descompensación por la tarde de la que no logró recuperarse, confirmándose su fallecimiento y generando una inmensa tristeza en el mundo del deporte.
Una historia de superación
La pugilista, nacida en Jujuy en un contexto humilde, se convirtió en un ejemplo de perseverancia. Antes de consagrarse en el ring, trabajó en diversos oficios para salir adelante y mantener a sus hijos, quienes fueron su principal motivación.
Su carrera deportiva fue una de las más laureadas de la historia del boxeo femenino. Con un récord de 33 victorias, se consagró seis veces campeona mundial en distintas categorías, un hito que le valió un Récord Guinness por ser la única boxeadora en el mundo en haber logrado cuatro coronas en diferentes divisiones de peso en su momento.
Su primer título mundial llegó en 2006, al consagrarse Campeona Supergallo de la AMB. Luego, su ambición la llevó a conquistar las coronas de peso pluma (AMB y OMB), ligero (CMB) y superpluma (WPC), enfrentando a las mejores y representando a la Argentina con orgullo y pasión.
Más allá de sus logros en el cuadrilátero, «La Locomotora» fue una referente por su historia de vida. Se dedicó a inspirar a jóvenes y a visibilizar las dificultades que enfrentan los deportistas. Su carisma y su sonrisa franca la convirtieron en una figura querida y respetada por todos.