El Estado argentino hunde el patrimonio público para abrirles el paso a las empresas extranjeras

Opinión

Escribe: Luciano Orellano (*)

La gravísima situación de la draga Chubut 36-C en el Puerto de Villa Constitución, precipitó la renuncia de Roberto Andrés Milio, quien dejó de ser el director de Operaciones de la Dirección Nacional de Control de Puertos y Vías Navegables, y precisó las razones en que se fundamenta su renuncia, de la cual extractamos algunos párrafos:

“La gestión gubernamental en materia de puertos y vías navegables no tiene como prioridad la recuperación de la soberanía nacional y la subsecretaria de Puertos y Vías Navegables se caracterizó durante estos últimos dos años por no impulsar ninguna de las acciones necesarias para recuperar el material flotante y la capacidad operativa de las áreas a su cargo”… Y agregó: “Muy por el contrario, se dedicó sistemáticamente a impedir la consecución de objetivos esenciales para retomar en forma efectiva el control y el manejo de los servicios de dragado y balizamiento, así como la reducción de los riesgos que en materia ambiental tiene el material de navegación que se encuentra hundido o con riesgo de hundirse en los lechos de los ríos de toda la Nación Argentina”…

Señaló además, que no se recupera capacidad operativa, no se planifican objetivos estratégicos, no se priorizan los intereses nacionales y no se dan respuestas concretas a situaciones urgentes e importantes:
“Esto se advierte, por ejemplo, en situaciones como la draga Mendoza de Mar Del Plata con riesgo de hundimiento y con riesgo de afectación de la operatividad de la base de la Armada. Esta draga se encuentra judicializada y con una orden expedida por un juzgado federal para mitigar los riesgos y proceder al desguace para evitar el impacto ambiental de ese hundimiento y en lo cual no se ha avanzado con la diligencia necesaria en una contratación de emergencia que permita mitigar las contingencias probables de un siniestro potencial, en lo que se tardó más de un año”.

Hoy junto al concejal Víctor Secreto estamos en la ciudad de Villa Constitución ante la draga Chubut 36-C, ¡patrimonio público de los argentinos y argentinas!, siendo testigos con muchísimo dolor (como puede observarse en las imágenes que acompañan este escrito) de que hay un Estado que además de oxidarla, ocultarla y esconderla… ¡hoy la está hundiendo para abrirles paso a las empresas extranjeras! ¡Esto es desgarrador!

Es la declinación total de la soberanía, es la claudicación y la traición a la Patria. No se puede tratar así al patrimonio público, propiedad del pueblo argentino, y sobre el que además nos han mentido diciendo que “no tenemos” para después “meter” empresas belgas, o chinas, o danesas… Es decir, ¡para entregar la cuenca del Plata!

Lo que está en cuestión es demostrar y dar el argumento de que el Estado argentino y los argentinos no podemos ejercer el derecho sobre nuestros bienes públicos ni ejercer el control soberano sobre nuestros ríos.

La declinación de la soberanía es total. No se ejerce la soberanía sobre nuestro comercio, sobre nuestra industria naval, sobre nuestra marina mercante, sobre los trazos del río.

La Patria está herida y hace falta una revisión integral de la soberanía argentina ¡para replantear absolutamente todo!

Exigimos que se aclare esta situación y que aparezca algún fiscal, porque esto no puede quedar impune. Acá tiene responsabilidad el Ministro de Transporte, Alexis Guerrera; el señor Leonardo Cabrera, subsecretarío de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante, quien fue funcionario durante mucho tiempo de Dreyfus. Así trabajan: hundir, enterrar nuestro patrimonio público sobre el río para abrirles paso a las empresas extranjeras.

Por eso vamos a decir hasta el cansancio, que este es el neoliberalismo de los 90, ¡es entregar hasta las plazas! Esa es la política, y por eso decimos que ¡hace falta otra política y otro rumbo!

No se puede dejar de mencionar la impunidad del “silencio”, un silencio que “aturde” y que “otorga”, como lo hace el gobernador Omar Perotti, o como amplios sectores de la política que viven totalmente de espaldas a la soberanía y al patrimonio de los argentinos y argentinas, que es la condición necesaria para abrir paso a que seamos poseedores de nuestras riquezas, de administrarlas, organizarlas, para la felicidad del pueblo argentino.

Iniciaremos acciones judiciales.


(*) Luciano Orellano es autor del libro “Argentina sangra por las barrancas del río Paraná” e integrante del Foro por la Recuperación del Paraná.