En forma paulatina se va incrementando el número de cooperativas de servicios logísticos centradas en el reparto en bicicletas de productos ecológicos, mercaderías diversas y comida a domicilio con una aplicación de código abierto en distintas ciudades de Europa y América Latina.
Esta nueva modalidad, que ahora también funciona en Buenos Aires, es impulsada por jóvenes a partir de la aplicación creada por el colectivo francés Coopcycle. La base está en la organización colectiva, que se contrapone a la precarización a la que se ve sometido cada uno, individualmente, si trabaja para las aplicaciones lucrativas (Glovo, Treggo, Rappi) que están de moda en las grandes ciudades y que hace varios meses proliferan en Buenos Aires, entre otras capitales latinoamericanas.
“A pesar de que empezamos a dar servicio recientemente, tenemos amplia experiencia en el campo de la ciclomensajería. Hemos trabajado con las grandes plataformas y con otras iniciativas colectivas de mensajeros”, contaron las impulsoras de la Cooperativa La Pájara Ciclomensajería, que ruedan desde septiembre de 2018 por las calles de Madrid.
“De esas experiencias previas, nace la voluntad de organizarse para mejorar y crear así un marco de condiciones laborales más dignas en un sector tan precario como es el de las repartidoras y mensajerías”, subrayaron.
Mientras las grandes plataformas funcionan con aplicaciones en las que las trabajadoras no son más que usuarias y que evalúan su rendimiento fomentando la competitividad entre ellas, la aplicación de código abierto Coopcycle les permite participar de los beneficios generados por la actividad y librarse de evaluaciones externas, además de mejorar la herramienta en forma participativa.
“Somos las propias repartidoras las que elegimos a nuestros clientes, nuestras tarifas y nuestros horarios. Nos encargamos de todas las funciones básicas de cualquier empresa: social, administrativa, comercial, técnica… lo que no solo democratiza el trabajo, sino que nos aporta conocimientos, aparte de permitir la rotación de tareas, lo que hace que no siempre tengamos que estar trabajando en la calle repartiendo. La cooperación entre nosotras favorece también el rendimiento y la calidad de nuestro servicio”, puntualizaron.
Otro punto que destacan es el reparto exclusivamente en bicicleta. “Somos muy conscientes del problema de contaminación y estrés que sufre la ciudad de Madrid y queremos ser parte de la solución”, concluyeron.