Estuvo un mes con tos y fiebre. Llegó a instalarse con una frazada en la puerta del Hospital en busca de internación. Tenía 76 años, era docente jubilado y durante muchos años se desempeñó como asesor en temas previsionales para afiliados de Amsafe. Se viralizaron dos audios con su dramático relato.
Este jueves falleció Jorge Rossi, vecino de barrio Talleres, docente jubilado, gran conocedor de la historia del ferrocarril e impulsor de iniciativas para recuperarlo como medio de transporte de pasajeros en la región. Tenía 76 años y durante las últimas semanas tuvo que deambular entre el Sanatorio Rivadavia y el Hospital SAMCo para recibir atención médica y, cuando él mismo verificó que su cuadro se complicaba, reclamar que lo internaran.
“Estoy acá, tirado en la calle, esperando si hay alguna cama”, había relatado a un amigo en uno de los audios que se viralizaron luego de conocerse su deceso. “En mi casa sigo con los medicamentos desde hace casi un mes. Hoy a la tarde ya tenía 38.6 de temperatura, entonces dije: basta, se terminó; esto se acabó. Me vine al hospital, todavía estoy en la puerta. Me hice anunciar. ‘No señor, no lo pueden atender, porque están atendiendo’. ‘Hasta no se cuánto el médico no lo puede atender’. Bueno, agarré y tiré una frazada en el suelo, y me acosté acá, en la puerta del Hospital. Así que vamos a ver, del intendente para abajo, quién se hace cargo”, expresaba Rossi en ese archivo sonoro enviado por WhatsApp.
En otro audio, donde también se lo escucha indignado y con mucha tos, aclaraba que en la puerta del Hospital “no era solamente yo sino que había otras personas sentadas en el cordón de la vereda, no hay un asiento, nada”. “Dos horas y cuarto esperando que te atiendan, para darte un paracetamol y un jarabe. Terrible, terrible, terrible lo que está pasando hoy en el Hospital. Lo viví en carne propia. Yo ya había estado 48 horas antes y no me atendieron tampoco”, remarcó.
Rossi contó que en el Sanatorio Rivadavia había vivido una situación similar. “Tampoco me atendieron. Me dijeron: ‘Vení mañana. Hoy no podemos’. Así fue la respuesta. Por supuesto, por esa respuesta me cobraron 500 pesos en el Rivadavia. En la vereda de calle Rivadavia. Es un desastre, un desastre. Yo lo que pedía era una cama porque después de casi un mes de estar con un estado de bronquitis terrible, con fiebre a 38 y medio, ya no daba más. No daba más”, describió con desesperación.
“De última me llevaron al Hospital y pasó lo que pasó, una cosa de locos. Era para llorar, para gritar, para cortarse las venas. Tirado en el suelo, la gente sentada en la calle, ¡en la calle! En el cordón de la vereda esperando que la atiendan. Un desastre”, expresó. “La mentira más grande que tenemos en Villa Constitución fue que nos dijeron que con la ampliación del hospital no íbamos a tener problemas con la pandemia. ¡Qué no vamos a tener problemas! ¡Tirados en la calle!”, enfatizó en el audio enviado a un amigo.