Las últimas horas se vieron marcadas por un colapso total en el tránsito entre Rosario y Buenos Aires debido a un corte de magnitud sobre la autopista a la altura de San Nicolás, que obligó a desviar el tráfico hacia rutas alternativas, provocando también allí un embotellamiento de gran escala. El otro corte ocurrió entre Zárate y Lima, donde quedaron muchos vehículos varados.
El punto crítico se registró en el kilómetro 234 de la autopista Rosario – Buenos Aires, donde un corte total impidió la circulación en ambos sentidos. Las autoridades de Vialidad Nacional debieron montar un operativo de emergencia para desviar los vehículos hacia la vieja traza de la ruta 9, sin embargo, la solución alternativa se vio rápidamente desbordada.
El tramo entre San Nicolás y Ramallo se transformó en un embudo intransitable. Largas filas de autos y camiones quedaron varadas durante horas sin posibilidad de avanzar. Algunos automovilistas denunciaron a través de redes sociales que estuvieron detenidos más de tres horas sin recibir información precisa sobre la situación ni asistencia de ningún tipo.
La situación generó indignación entre los viajeros, sobre todo porque el desvío por la vieja ruta 9 carece de capacidad para absorber el volumen de tránsito de la autopista, lo que desencadenó un verdadero caos logístico. “No hay personal organizando nada. Solo nos mandaron a la ruta vieja y quedamos atrapados”, comentó un conductor varado en las cercanías de San Nicolás.
Mientras tanto, las demoras también impactaron en servicios de transporte y logística. Empresas de transporte de carga reportaron importantes retrasos en entregas previstas para la jornada, y las líneas de colectivos de larga distancia debieron reprogramar salidas y llegadas.