La Agrupación Metalúrgica “6 de Diciembre” difundió este martes un comunicado en el que resume las acciones gremiales desarrolladas a fines de abril y comienzos de mayo por trabajadores de Acindar, en Villa Constitución, en reclamo de una recomposición salarial. Las medidas incluyeron manifestaciones en los accesos a la planta y una asamblea que derivó en el anuncio de un paro por tiempo indeterminado, lo que motivó una convocatoria por parte de la empresa y un posterior acuerdo.
“Tras varios adelantos en monto fijo —que te ayudaban a sacar la nariz del agua, pero al mes siguiente, cuando cobrabas, te volvías a hundir—, muchos tenían la expectativa de que en marzo algo se iba a arreglar”, señalaron desde la agrupación. Sin embargo, expresaron que “a Furlán y compañía mucho no les importaba”, en referencia a la conducción nacional de la Unión Obrera Metalúrgica.
El martes 30 de abril, los trabajadores paralizaron las tareas entre las 12 y las 15 horas para realizar una asamblea que, según el comunicado, “terminó siendo un acto en el que, ante aproximadamente 1.000 compañeros, se planteó el paro por tiempo indeterminado a partir del lunes 5 de mayo”.
A partir de ese anuncio, la empresa convocó a una reunión con la participación de representantes de su casa central en Buenos Aires, lo que derivó en la suspensión momentánea del paro y luego en la firma de un acuerdo. Según el documento difundido por la Agrupación 6 de Diciembre, se alcanzó un “acuerdo no remunerativo que, a los trabajadores siderúrgicos —únicos en la UOM que tienen congeladas las paritarias—, les termina significando en sus bolsillos el conseguir empatarle a la inflación acumulada entre julio de 2024 y abril de 2025, y romper el techo paritario impuesto por la Cámara Argentina del Acero a partir de mayo, con un ‘a cuenta’ de futuros aumentos del 26,4 % sobre los salarios”.
En el cierre del comunicado, la agrupación aseguró que “una vez más, queda demostrado que solo la lucha, de forma organizada y decidida, es la única manera de conquistar y sostener nuestros derechos, como lo es tener un salario digno”, y advirtió que “esto está lejos de permitirnos relajarnos”, ante posibles amenazas de despidos, intentos de flexibilización y la necesidad de continuar con una revisión mensual del acuerdo alcanzado.