Las empresas siderúrgicas de la región, como Acindar ArcelorMittal y Ternium Siderar, se ven en el ojo de la tormenta ante las recientes medidas impulsadas por Federico Sturzenegger, actual ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación, quien ahora apunta al sector del acero. Según los informes publicados por Perfil y Clarín, la disputa económica afecta tanto a los industriales como a sectores gubernamentales, en un contexto de creciente presión por el control de precios y el rol de los monopolios en la economía.
En su último movimiento, Sturzenegger señaló a las siderúrgicas por beneficiarse de prácticas comerciales cuestionables, especialmente en torno a la exportación de chatarra. Este tema, que viene ganando visibilidad, podría tener un impacto significativo en empresas como Acindar y Ternium, que dependen de la compra de este insumo para la fabricación de acero. La controversia surge debido a los aumentos en los costos y la regulación de este mercado, afectando tanto a los proveedores como a las industrias que utilizan chatarra como materia prima.
El diario La Nación también destacó que Sturzenegger lanzó fuertes críticas a aquellos que defienden regulaciones que, en su opinión, favorecen a los oligopolios y perjudican la competitividad. En sus últimas declaraciones, apuntó a jueces, legisladores y empresarios por supuestamente proteger intereses sectoriales que limitan la libre competencia.
Por otro lado, la relación entre Sturzenegger y Paolo Rocca, presidente de Techint, también avivó el debate. El empresario, como una de las principales figuras del sector, es un actor clave en esta disputa que involucra al acero y a sus derivados, lo que, sin duda, podría afectar a otras compañías de la región, que operan dentro del mismo ecosistema industrial.
Las empresas siderúrgicas observan con atención el desarrollo de esta situación, preocupadas por el posible impacto en sus costos operativos y en la estabilidad de los mercados donde se mueven.