La periodista Sonia Tessa cuenta todos los detalles de este evento organizado por grupos activistas en Rosario, donde habrá talleres y actividades culturales, así como reclamos por la efectiva implementación de la ley de talles y políticas públicas contra la gordofobia.
Gorda. Un insulto que desde hace años condensa una suma de atributos negativos. ¿Cómo cambiar ese sentido común establecido? Los activismos gordos crecen en Argentina, un país considerado de los más gordofóbicos del mundo. De hecho, la gordura es la segunda causa de discriminación según la encuesta realizada por el INADI en 2019.
El domingo 27 de noviembre, desde las 10, en el Centro de la Juventud de Rosario, se realizará el Segundo Encuentro Plurinacional de Activismos Gordes, con talleres, feria de emprendedores, actividades culturales y un picnic gordo, propuesta que nació en la ciudad de Santa Fe, de la mano de la activista Florencia Alegre, modelo plus size, estudiante de ingeniería civil, influencer y activista.
“Empecé hace un par de años en el activismo gordo, porque una amiga me dijo la palabra, y empecé a investigar, llegué a Cuerpos sin patrones, el libro compilado por Laura Contrera y Nicolás Cuello. Cuando empiezo a leerlo me encuentro en esa historia, me leía a mí misma en un libro escrito por otras personas”, relata Florencia su inicio en estas lides de disputar los sentidos de la gordura. “Fue realmente un despertar, porque yo nunca lo había podido hablar con otra persona, no se me había ocurrido que podía hablar lo que me pasaba como gorda. Siento que era una parte de la lucha del feminismo que hacía falta”.
Florencia comenzó a reflexionar sobre el tema y lo publicó en las redes sociales. “Empecé a comunicar a través de redes. Llegó la pandemia y con esto de estar encerrada durante la cuarentena, empecé a hacer videos y a hablar mucho más, y después decidí empezar distintas acciones”, sigue Florencia. ¿En qué consistieron? El ropero gordo fue una colecta de ropa de talles grandes para donar a personas que lo necesitaron. “Le meto a todo la palabra gorda para sacarle el peso negativo”, dice Florencia.
También lanzó Medidas Santafesinas, una medición realizada antes de la finalización de la encuesta antropométrica para saber cuánto miden los cuerpos reales del país, un primer paso estipulado en la Ley de Talles. “La ley todavía no está implementada”, subraya Florencia sobre uno de los reclamos que llevan al Segundo Encuentro Plurinacional.
En las redes de Florencia también se puede encontrar un relevamiento de “profesionales del bien”, que trabajan sin gordofobia. ¿Qué es la gordofobia? El rechazo basado en la medida corporal, que se expresa de maneras muy diversas, y omnipresentes. La idea de que las personas gordas están enfermas, que su “patología” depende de su voluntad, y la expresión de todas esas ideas erróneas a través de opiniones sobre el cuerpo, la alimentación y los hábitos.
“A las personas gordas nos suelen tratar muy mal en las consultas médicas o de salud y lo que termina sucediendo es que dejan de ir. Por eso quisimos hacer un listado de personas amables y respetuosas”, explicó Florencia, quien recogió su siembra. Profesionales que le contaron haber recibido consultas por integrar esa lista, y personas que encontraron al profesional adecuado allí.
Hace unos meses, se acercaron otras personas a Florencia para armar un colectivo llamado Existencia Gorda, que está organizando la llegada de lxs santafesinas al Encuentro en Rosario y alienta a quien quiera participar a escribirle a @mf.alegre en Instagram. Lo que proponen es “armar una agenda propia, articular entre activistas de varios lugares cuáles son los temas que necesitamos trabajar, la ley de talles, los espacios de salud que a veces son muy dañinos para nosotres, el acceso al trabajo, la permanencia en la educación, entre otros”, adelanta Florencia.
Desde Rosario, una de las impulsoras del Encuentro es Luz Ferradas, concejala de Ciudad Futura. “El primero se hizo el año pasado en Morón, provincia de Buenos Aires y es un poco resultado de los talleres de activismo gordo que se vinieron realizando en los Encuentros Plurinacionales de Mujeres y Disidencias. El primero fue en Chaco, en 2017, y vienen de alguna manera poniendo en clave colectiva lo que son experiencias personales de muchísimas personas que vivimos en este país en un cuerpo gordo y que por este solo hecho somos víctimas de violencia, de discriminación y una serie de exigencias”, expresó Ferradas.
Por eso, están “construyendo una agenda de lucha para exigirle al Estado políticas públicas” que atiendan las particularidades que sufren las personas gordas. “Tiene que ver particularmente con los estereotipos de belleza y cómo eso permea, como expresión más clara, a la industria de la moda y de la indumentaria. De eso se trata la dificultad que tenemos muchos de nosotros para acceder a prendas en nuestro talle”, planteó Ferradas y recordó el trabajo de Anybody Argentina, que fue una de las impulsoras de la ley de talles.
“Desde hace casi 10 años sus encuestas revelan que siete de cada 10 argentinos y argentinas tenemos algún problema al momento de comprar indumentaria y eso tiene un impacto directo en nuestra salud mental”. Autorrechazo y autocastigo, la idea de tener un cuerpo incorrecto, y ser culpable por no cambiarlo son algunas consecuencias de estas normas –muchas veces no escritas– que imperan en buena parte de la sociedad.
El domingo 27 de noviembre, de 10 a 19, habrá un espacio para todas las personas que quieran aportar en este debate desde su existencia. “La idea es compartir estas experiencias y organizar una agenda de lucha. También vamos a hacer una feria de modas y un cierre con las poetisas del colectivo Gordura Estruendosa. Vamos a cerrar con música, para eliminar el tabú y el dolor que suponen estas violencias individualmente, y poder celebrarnos al ponerlas en colectivo”.
Artículo publicado originalmente en Aire Digital.