El sector metalúrgico atraviesa uno de sus momentos más críticos desde la salida de la pandemia. Según un reciente informe de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), en agosto se registró una caída interanual del 10,2%, la más pronunciada desde la recuperación económica post-pandemia. A pesar de esto, el sector logró mantenerse estable en comparación con julio.
El documento elaborado por el Departamento de Estudios Económicos de ADIMRA destaca que, desde enero, la industria metalúrgica acumula una contracción del 15,1% respecto al mismo período del año pasado. Este escenario refleja un deterioro significativo en el ritmo productivo de un sector clave para la industria nacional.
Otro dato preocupante es la disminución en la utilización de la capacidad instalada, que se sitúa en apenas el 48%. Este porcentaje representa una caída del 7,8% respecto a octubre de 2023 y está 10,5% por debajo del promedio de utilización del año pasado.
Es importante considerar que estos números se ven frecuentemente opacados por los promedios generales de la economía, donde el buen desempeño de sectores como la minería tiende a compensar las caídas en otros rubros, como el textil. Sin embargo, el análisis por sector revela las dificultades que enfrenta la metalurgia, poniendo en evidencia la necesidad de políticas específicas que ayuden a revertir esta situación crítica.