Como cada año, el 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra el homo, lesbo, trans y bi odio. Esta fecha recuerda el año 1990, momento en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) quitó a la “homosexualidad” del listado de desórdenes mentales.
Popularmente conocido como IDAHOT (International day against homopohobia, biphobia and transphobia por sus siglas en inglés) la celebración comenzó en 2004 y hoy es un día de visibilidad y reclamo de igualdad en todo el mundo.
Su principal objetivo es concientizar sobre el efecto que la discriminación basada en la orientación sexual e identidad de género de las personas tiene sobre las poblaciones, la vigente criminalización de las personas LGBT+ en numerosos países y la necesidad de asumir un compromiso colectivo para poner fin al odio y la persecución.
Al respecto Esteban Paulón, Director Ejecutivo del IPP LGBT+ expresó”Como cada 17 de mayo levantamos bien alta la bandera de la Diversidad para visibilizar nuestras luchas pendientes, y los derechos conquistados. En tiempos de Coronavirus toma más relevancia la necesidad de contar con un compromiso global que termine con el estigma, la discriminación y la persecución a nuestra comunidad”.
Asimismo agregó”hoy en el mundo son muchos los avances en materia LGBT+, pero sin embargo aún más de 70 países criminalizan la diversidad sexual. Son más del doble de los países que garantizan el derecho al Matrimonio Igualitario. Es un dato que nos tiene que llamar a una acción Urgente para poner punto final a la violencia que padecemos”.
Para finalizar, concluyó: “se ha dicho mucho que este virus era un virus democrático porque afectaba a todes. Pero la verdad es que el impacto que tiene en las poblaciones, tanto el virus como las medidas de aislamiento y el parate económico, pone de manifiesto las desigualdades y la fragilidad desde las cuales enfrenta la pandemia el colectivo LGBT+,en especial el colectivo trans, de trabajadoras y trabajadores sexuales y personas que viven con VIH. Tenemos que enfocar el esfuerzo global para achatar una curva de la que no se habla: la curva de la desigualdad”.
En el marco de esta celebración, desde el IPP LGBT+ presentamos una nueva Caja de herramientas, con toda la información necesaria para abordar la temática en todos los ámbitos, que puede descargarse aquí.
¿Cuál es la situación del colectivo LGBT+ en nuestro país?
Argentina es uno de los países más avanzados en materia de derechos para el colectivo de lesbianas, gays, bisexuales, trans y otras orientaciones e identidad de género.
En los últimos años, a instancias de las organizaciones de la sociedad civil (en especial la FALGBT) y un amplio consenso político, el país cuenta con leyes que protegen y garantizan la igualdad ante la ley de todas las personas.
Algunas de las normas más destacadas son:
– Educación Sexual Integral (Ley 26.150)
– Matrimonio Igualitario (Ley. 26.618)
– Identidad de Género (Ley 26.743)
– Acceso a la reproducción médicamente asistida (Ley 26.862)
– Des patologización de las identidades de género y orientaciones sexuales no cis heterosexuales (ley 26.657)
– Agravante por orientación sexual e identidad de género en delitos contra la integridad personal (Art. 80 Código Penal argentino)
Sin embargo, la igualdad “legal” no garantiza una efectiva “igualdad real”, por lo que aún queda mucho camino por recorrer.
¿Qué pasa con el homo lesbo trans odio en el mundo?
En la actualidad más de 70 países criminalizan y penalizan al colectivo LGBT+ en diversos grados que van, desde sanciones leves a la pena de muerte. Son más del doble los países que persiguen a la diversidad sexual, que aquellos que han aprobado el matrimonio igualitario.
En total 58 países aplican penas a las personas LGBT+ que pueden alcanzar los 8 o 10 años de prisión efectiva, e incluso la prisión perpetua. Y otros 12 han legislado, y mantienen vigente, la pena de muerte.
Para combatir el estigma y la discriminación, la Organización de Naciones Unidas ha establecido el mandato de un Experto independiente para la protección de los derechos humanos basados en la orientación sexual y/o identidad de género de las personas (SOGI).
Entre los avances recientes cinco países han prohibido las mal llamadas “terapias de conversión sexual”, tras el objetivo de proteger el derecho de las personas a la autodeterminación sexual.