En una jornada que marca un antes y un después en el panorama laboral de Villa Constitución, la UOM local alcanzó un importante acuerdo con la empresa siderúrgica Acindar, perteneciente al grupo ArcelorMittal. Este entendimiento llega como un alivio frente a las recientes tensiones generadas por la paralización de la producción y la incertidumbre que manifestaban los trabajadores de empresas contratistas con respecto al régimen de suspensiones. La reunión decisiva, que tuvo lugar este jueves en las dependencias del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Santa Fe, constituye un faro de esperanza en medio de las turbulentas aguas que navega la industria nacional.
Pablo González, secretario general de la UOM de Villa Constitución, compartió con Radio X (90.3 FM) los pormenores del acuerdo alcanzado tras intensas negociaciones: “Hemos cerrado un acuerdo de suspensiones al 83% del salario para todas las empresas de rama 17 dentro de Acindar, desde el 15 de marzo hasta el 15 de junio. Un acuerdo que a nuestro entender es muy bueno, dentro del contexto en el que estábamos”, declaró el dirigente sindical.
Este pacto no solo contempla una remuneración compensatoria significativa sino que preserva los adicionales históricos y el proporcional del aguinaldo, aspectos cruciales para la dignidad y estabilidad de los trabajadores afectados. “El proporcional del aguinaldo no se va a ver afectado por los días de suspensión durante los meses de marzo y abril”, aclaró González, quien además informó que “el 2 de mayo habrá otra audiencia con la empresa en el Ministerio de Trabajo para ver cuál es la continuidad del acuerdo y también el reconocimiento del aguinaldo para los meses que faltan hasta la finalización de este plazo en junio”.
La medida, inédita en su enfoque y alcance, establece un tope de 15 días de suspensión por mes, garantizando así una menor afectación económica para los empleados y una suerte de rotación que mitigará el impacto de las medidas. “Esto le va a dar una rotación, va a generar un menor impacto en los sueldos, ya del 83% del ingreso se sube a un 95%, puede oscilar al 96%, depende la cantidad de días que tenga la persona suspendida”, explicaba González, evidenciando el esfuerzo por amortiguar las consecuencias de esta crisis sectorial.
El acuerdo beneficia a aproximadamente 1.100 trabajadores contratistas afiliados a la UOM, con la posibilidad de extenderse a aquellos afiliados a ASIMRA, el sindicato de supervisores, que habían alcanzado previamente un preacuerdo menos ventajoso, donde se aclaraba que el esquema de suspensiones estaría sujeto al convenio al que pudiera arribar la UOM.
Sin embargo, el personal propio de Acindar aún navega aguas turbulentas, sin un acuerdo concreto que los ampare. González señala una distinción fundamental en el tratamiento de los empleados directos y contratistas, ya que en el primer grupo se pueden evitar suspensiones y aprovechar mecanismos como francos compensatorios y vacaciones atrasadas para amortiguar el impacto.
Las negociaciones se desarrollaron en un contexto de urgencia y alta tensión, marcado por episodios de confusión y malestar entre los trabajadores al ser impedidos de ingresar a la planta. “Estábamos al borde de un conflicto, muy fuerte, pero muy fuerte”, confiesa González, subrayando la importancia de este acuerdo para preservar la paz social en un momento crítico.
“En momentos donde está todo revuelto, con la economía, la inflación y la inestabilidad laboral, queríamos sacarle un problema de la cabeza a la gente. Queríamos darle justamente eso: estabilidad, previsibilidad. Después de un desgaste importante, una estrategia llevada a cabo por toda la Comisión Directiva, juntamente con la Comisión Interna de Contratistas y los delegados de contratistas, hemos logrado un buen desenlace”, resaltó “Piparra” González.
Más allá de las medidas inmediatas, el Secretario General reflexiona sobre el contexto económico y político que subyace a estas tensiones laborales, invitando a una revisión profunda de las decisiones macroeconómicas y su impacto en la vida cotidiana de los trabajadores. “Creo que los compañeros y compañeras han elegido votar una política macroeconómica que nos está perjudicando a mansalva y bueno, hay un replanteo que debe hacerse de todo esto, tanto en la política como en el gremialismo y también con la gente. Hoy viendo que si se vota un gobierno de esta magnitud, con esta característica anarcocapitalista, le termina sin lugar a dudas afectando el normal desenvolvimiento de su trabajo, de su familia y obviamente de poder llegar a fin de mes”, dijo en la entrevista con Radio X.
El dirigente metalúrgico también hizo un llamado a valorar las contribuciones del sindicato y sus afiliados al bienestar comunitario de Villa Constitución, desde el apoyo a la economía local hasta la provisión de servicios esenciales como asistencia médica y traslados en urgencias. “A veces siento que es injusta la comunidad de Villa Constitución porque nos tildan de irracionales cuando paramos, inclusive cuando paramos en aquel 24 de enero en contra de las políticas de Milei y mucha gente de nuestra comunidad no entiende que si no hubiéramos alcanzado buenos acuerdos salariales en los últimos años, con las condiciones que tiene la planta, porque no vienen gratis esas cosas, la economía de Villa no estaría tan pujante”, señaló González.
Y agregó: “Cuando nosotros hacemos muy buenos acuerdos, los compañeros y compañeras gastan ese dinero en la economía de Villa Constitución, lo invierten en construcciones, lo gastan en los comercios, en recreación y muchas veces nosotros mismos lo que podemos recaudar de la institución lo volcamos a la salud, que termina siendo siempre un beneficio para la comunidad porque la tía, la abuela, la mamá o la hermana de cualquier compañero metalúrgico, cuando necesita una ayuda, se le brinda en la institución, sea un viaje en ambulancia o una atención médica. Creo que todas estas cosas son valores agregados y son conquistas implícitas para la comunidad que muchas veces no se toman como tal”, finalizó.