Afirman que el incremento no impactará en todos los cortes por igual debido a la baja de consumo. El pollo también aumentó.
En el transcurso de la semana, la carne vacuna registró un incremento de entre 10 y 15 por ciento, mientras que el pollo aumentó un 12%.
Esto ocurre mientras en las carnicerías advierten que disminuyó notablemente la demanda. Se trata de una tendencia que comenzó hace una década: el consumo de carnes era de 63,2 kilos por persona al año en el 2014, pero ahora se derrumbó a 52,4 kg. Una baja acumulada del 17%.
En enero, de acuerdo a los datos de la consultora especializada Scentia, el volumen de ventas se contrajo 3,8% en relación al mismo mes del año pasado.
Desde el sector ganadero aseguran que el aumento en los precios de la carne se explica por la escasez de hacienda debido a la sequía que afectó al campo durante buena parte de 2023. El incremento en este producto oscila entre el 10 y el 15%, según el corte y los negocios relevados. En tanto, la suba del pollo se ubicó en un 12%.