Bajo la consigna «Por una Rosario en paz», este jueves unos 30.000 ciudadanos marcharon por las calles y fueron parte de un multitudinario acto en Plaza San Martín. La movilización fue organizada por decenas de sindicatos de Rosario y la región, organizaciones sociales, estudiantes, vecinales y religiosas con el firme pedido de «basta de violencia», sobre todo luego de los últimos ataques contra escuelas de la ciudad.
La huelga fue acordada entre gremios durante una reunión multisectorial de la que también participaron organizaciones sociales, que luego adhirieron al paro nacional convocado para repudiar la represión en la provincia de Jujuy.
«No queremos balaceras, no queremos represión. El Estado es responsable, paro y movilización», era una de las cancioens que se escuchó una de las columnas de maestros.
«La marcha tiene su origen en la problemática de las escuelas y las medidas de fuerza que viene llevando adelante el sector docente. Superamos la marcha de la semana pasada, es un mensaje claro de la ciudadanía para sus autoridades. Queremos ir a trabajar en paz, a aprender en paz, vivir como siempre se vivió en esta ciudad hermosa», aseguró Martín Lucero, secretario general de Sadop Rosario.
Edgardo Carmona, secretario general del Sindicato de Prensa, dijo que “es muy importante que los rosarinos estén en la calle reclamando en tranquilidad por paz y seguridad. Esta es una de las marchas más importantes que se hicieron en la ciudad. Rosario merece ser recuperada para una vida en paz, y la clase política tiene que estar a la altura y que acá no hay divisiones partidarias. La vida vale más en democracia. La vida es el valor más importante y los políticos tienen que entender que tienen transformar la seguridad, la vida digna, las escuelas para todos, con una política de estado que no puede estar tironeada en un proceso electoral. Las mezquindades no caben cuando la vida está en juego».
La actividad comenzó con una concentración y movilización desde los Tribunales provinciales, en Bulevar Oroño y Pellegrini, hasta la plaza San Martín, frente al edificio de la Gobernación de Santa Fe.
Como consecuencia de la medida no se dictaron clases en las escuelas públicas y de gestión privada tanto del nivel inicial, como primario y secundario. Tampoco en las universidades.
«El 13 de junio llevamos adelante en las escuelas una jornada en contra la violencia y en defensa de la vida, pero sostenemos que el problema de la violencia no es exclusivo del sector docente o de la educación, sino que es necesario pensar acciones multisectoriales», dijo el secretario general de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafe), Rodrigo Alonso.
Desde el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop) señalaron a través de un comunicado que «la inseguridad sigue siendo parte de cotidianeidad de las escuelas y hasta hoy no hemos tenido respuestas ni nuevas convocatorias para concretar mesas de diálogo».
A la medida de fuerza también adhieren los profesionales de la salud de Siprus; la delegación local de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE); los docentes universitarios de Coad; Judiciales; municipales; Recolectores de residuos; Camioneros alineados con Pablo Moyano; el Sindicato de Prensa Rosario; el personal de la Universidad Nacional Tecnológica reunido en el gremio Fagdut; Dragado y Balizamiento, entre otros.
El secretario general de Fagdut en Rosario, Eduardo Marostica, sostuvo que «es válido juntarse en la calle para manifestar la bronca ante uno de los problemas importantes que tenemos hoy, más allá de lo económico: aquí en Rosario, donde lamentablemente el Gobierno no está realizando nada en concreto».
El dirigente del gremio universitario agregó que «cuando se atenta contra la inseguridad de las personas, cuesta planificar, pensar y estudiar».
La jornada de huelga estuvo precedida por varias movilizaciones de docentes tras hechos de balaceras a edificios escolares y la lesión a un alumno de primer grado, herido en una pierna a la salida del establecimiento.