Este jueves se desarrollará un nuevo encuentro. La negociación parece larga y con final abierto.
Este jueves se realizará la segunda reunión paritaria con los sindicatos de docentes públicos y privados de la provincia de Santa Fe. Tras la primera convocatoria del pasado viernes 3, se espera que el Gobierno provincial presente alguna propuesta concreta para que los representantes sindicales evalúen con los maestros, sabiendo que el inicio de clases está pactado para el sector primario para el miércoles 1º de marzo.
En la previa de la reunión de este jueves, tanto Amsafe como Sadop se mantienen firmes en no aceptar que la actualización de salarios dependa la voluntad del gobierno. Y como desde la propia administración provincial ya descartaron la implementación de la cláusula gatillo, la negociación parece compleja.
La ministra de Educación de la provincia, Adriana Cantero, dijo que la paritaria docente “es un tema que importa y mucho y por ello la convocatoria temprana para que empecemos a discutir y a acercar posiciones respecto del tema salarial porque todos esos son componentes para prepararnos para un mejor ciclo lectivo”.
La postura de Sadop
Martín Lucero, secretario general de Sadop Rosario, declaró que el tema central del encuentro de este jueves en Santa Fe será discutir el mecanismo de revisión salarial, que fue precisamente lo que generó el conflicto el año pasado. «No queremos que la actualización de salarios dependa la voluntad del gobierno», dijo.
«No podemos admitir una política en la cual los salarios queden congelados como si la inflación no variara», señaló Lucero. Y agregó: «Cómo se comporta la inflación en el país, está a la vista. Esperamos que el gobierno provincial nos haga una propuesta razonable, consecuente con lo que están viviendo los argentinos».
Según trascendió, la de este jueves será quizás la primera reunión con números sobre la mesa. De antemano, y según adelantó el ministro de Trabajo provincial, Juan Manuel Pusineri, no estará presente en la charla la «cláusula gatillo», mecanismo que el Gobierno no va a utilizar. Por eso, la negociación pinta para ser larga y el final abierto.