La actividad fue declarada de Interés Social por el Concejo Municipal de Villa Constitución, donde tuvo lugar el lanzamiento, con la disertación del periodista y diputado provincial.
“Cuarenta años después de la decisión del gobierno de Leopoldo Galtieri, dentro de la dictadura cívico militar y que produjo el peor terrorismo de estado en la Argentina, Malvinas se actualiza a partir del respeto para con aquellos sobrevivientes de una guerra enanca da en una causa histórica y popular pero utilizada por quienes liquidaron la soberanía popular a fuerza de secuestros, torturas, tumbas clandestinas, picana, usurpación de viviendas, apropiación de bebés y lograron quintuplicar la deuda externa que todavía agobia a las grandes mayorías. Esta investigación periodística pone el acento en una breve historia del imperio inglés y sus intereses permanentes”, afirma el autor en el comienzo del libro.
Según explica del Frade, “el libro intenta aprovechar como excusa los 40 años de Malvinas para pensar en lo que fue (Leopoldo Fortunato) Galtieri que llega a Malvinas llega gracias al apoyo de los grandes empresarios, fundamentalmente de Santa Fe y Entre Ríos a quienes les había hecho el servicio de desaparecer a delegados de fábricas”.
En ese sentido, recordó que “Galtieri jamás contestó por los 169 delitos de lesa humanidad de los que se lo acusó, especialmente por lo que hizo en la represión en Santa Fe y Entre Ríos siendo titular del Comando del Segundo Cuerpo de Ejército desde el 12 de octubre de 1976 al 9 de febrero de 1979”.
En resumen, aseguró que “lo cierto es que Malvinas empezó en el Litoral cuando Galtieri era comandante del Segundo Cuerpo de Ejército”.
“El primer intento político que tiene Galtieri fue en la Quinta de Funes desde donde Raquel Negro fue llevada a parir al hospital Militar de Paraná”, agregó. Y mencionó además que “Galtieri tenía un acuerdo con el principal proveedor de cocaína durante principios de los ‘80, que fue el primer proveedor de Pablo Escobar Gaviria como era Roberto Suarez Gómez, el rey de la cocaína en Bolivia”.
Apuntó que “esos apoyos económicos le hacen ganar la interna el partido militar, le gana esa interna a Luciano Benjamín Menéndez, el gran carnicero de Córdoba, y nos lleva a Malvinas en 74 días, con muchas cosas aún por explicar porque todavía hay muchos muchachos que están desaparecidos y también lo que ocurrió en los primeros años de la democracia donde se producen entre 300 y 350 suicidios, con lo cual da la sensación que mató más la indiferencia del pueblo argentino que los ingleses a los muchachos de Malvinas”.
“El monstruo grande que pisa fuerte del que habla León Gieco también tuvo que ver con lo que construyeron en la última parte de la dictadura, parte del gobierno alfonsinista y parte del menemismo que fue el desprecio para los combatientes, al ocultarlos”, lamentó.
No obstante, marcó que “el reconocimiento para los combatientes comenzó cuando comienzan a ayudar a la gente en condición de calle, a los inundados de Rosario y Santa Fe, y es un reconocimiento que no ha decaído pero en estos 40 años hubo de todo y quedó claro que los argentinos matamos más muchachos de Malvinas que los ingleses”.
Sobre la determinación de ir a la guerra, Carlos del Frade aseveró que “fue una decisión política de la dictadura; esto ya lo habían pensado en los primeros tramos del ’76 con los primeros planes de invadir Malvinas para lograr crédito político, y lo pospusieron porque había aparecido en 1977 el conflicto con Chile y el Mundial del ´78 les dio aire político”.
“Hay que recordar que Galtieri, cuando asume como comandante de Segundo Cuerpo de Ejército en Rosario, el 12 de octubre de 1976, dijo que venían a instalar un gobierno de 100 años, lo que es impresionante porque era un Reich el que pensaba la dictadura. Y Galtieri forma parte de ese proyecto político, más allá de su megalomanía personal. Proyecto que lo terminó bancando, porque esos empresarios de Entre Ríos y Santa Fe que le dieron el poder económico suficiente para ganar el partido militar también formaban parte de un proyecto”, describió.
Sobre el rol de los medios para legitimar la guerra, dijo que “los medios de comunicación estaban totalmente intervenidos por la dictadura a partir del ´76 e incluso muchos antes algunos venían preparando el Golpe, como el diario La Nación con la mayor mentira de la historia de Argentina, la más dramática de todas, como fue el supuesto asesinato de Larrabure, donde se preparó la conciencia de la clase media argentina para pedir el Golpe de Estado. Lo que empezó en septiembre del ´75 se profundizó en el ´76 y en el ´82 se sumaron a una especie de andanada nacionalista bastante falsa porque, como pasa hoy, tenemos muchos más intereses ingleses en el territorio continental que en las Islas Malvinas”.
“Los grandes medios de comunicación fueron absolutamente cómplices de lo que había generado la Junta Militar, y cuando viene la derrota los medios toman distancia, como siempre, le sacaron el apoyo a la dictadura y prepararon la transición a la democracia”, consideró.
Finalmente reflexionó: “Cuando viene el 2 de Abril ante la inflación del nacionalismo barato hay que decir que las Malvinas son argentinas pero también Argentina es de Argentina. Nos parece que desde los años ´90 hasta aquí los resortes estratégicos de la economía y la producción argentina están en manos extranjeras y por eso tenemos cada vez más gente sumida en la pobreza. Las fechas históricas grandes son como un estadio lleno donde la gente está a la expectativa de que se digan cosas, entonces hay que aprovechar ese estadio lleno de recepción para que digamos estas cuestiones que van mucho más allá del nacionalismo barato”.