La siniestralidad laboral se incrementó 5 por ciento en la comparación interanual, después de que Santa Fe adhiriera a la legislación nacional, muy resistida por los sindicatos. Un informe de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo deja a la provincia mal parada.
Un informe de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) dejó en evidencia que los accidentes laborales aumentaron en Santa Fe, a pesar de que desde el año pasado la provincia adhirió a la Ley Nacional de ART, tan resistida por las organizaciones sindicales y algunos sectores políticos.
Pronosticaban que la norma respondía al lobby empresario de las ART, para desalentar la judicialización de siniestros y no mejorar la seguridad laboral. La estadística confirma que tal legislación es inocua para mejorar la prevención. El asunto ya se coló en la agenda legislativa a partir de un pedido de informes al Ejecutivo.
El “Informe provisorio de accidentabilidad laboral” compara cifras del primer trimestre 2020 con el mismo período de 2021. Así revela que la siniestralidad laboral en Santa Fe aumentó 4,9 por ciento interanual: de 8.656 accidentes laborales entre enero y marzo del año pasado, a 9.080 en el mismo lapso de este año. También los accidentes mortales aumentaron: en aquel período 2020 murieron 14 personas en su trabajo, y en este trimestre murieron 17.
Santa Fe es la tercera jurisdicción con mayor ocurrencia de accidentes laborales. Expresa el 8,2% de todos los casos en Argentina, igual que Córdoba, y solo después de Buenos Aires (41,1) y Ciudad de Buenos Airs (12,6).
Es la segunda provincia argentina con mayor incidencia de accidentes laborales: después de Córdoba (52,6), en Santa Fe se accidentan 49,8 trabajadores cada 1000 cubiertos por ART, según datos de 2019.
Contra lo que se supone, la construcción no es el primer rubro con mayor siniestralidad, sino la industria manufacturera, las fábricas. En el período analizado por la SRT, este ramo de la economía provincial acaparó el 28,4% de los accidentes laborales, y de un año para otro este indicador creció 11,5 puntos porcentuales. Siguió en orden de importancia el comercio mayorista y minorista (14,7%), construcción (10,5%), servicio de transporte y almacenamiento (7,4%) y administración pública, defensa y seguridad (6,8%).
El dato más preocupante para Santa Fe es que aquí los accidentes aumentaron de un año para otro, mientras que en distritos como Buenos Aires, CABA, Córdoba, San Luis, Tucumán y Mendoza, disminuyeron. Es la tercera provincia con mayor aumento de siniestros (4,9%), igual que Catamarca, y abajo de Jujuy (9,6) y Río Negro (5,9).
La adhesión a la Ley Nacional de ART que la Casa Gris impulsó el año pasado se aprobó en octubre. A grandes rasgos, impone que un trabajador ante un accidente laboral debe someterse primero a una comisión médica antes de accionar en la Justicia laboral. Los gremios consideran que esta norma restringe el derecho del trabajador a la justicia.
“Por eso votamos en contra: la ley no sirve para nada, salvo para el negocio de las ART”, planteó el diputado Carlos Del Frade, quien esta semana, al conocer el estudio de la SRT, presentó un pedido de informes al Ejecutivo santafesino, para dejarlo en evidencia.
“Es fundamental conocer la opinión del gobierno provincial sobre los resultados de la adhesión a la ley nacional de ART y, por otro lado, si cree que mejoraron las condiciones de seguridad para las personas trabajadoras”, reclama el pedido de informes ingresado esta semana en Diputados.
“La mayoría de los accidentes laborales –acotó el legislador– se dan en las empresas medianas y grandes, no en las pequeñas; es decir, donde hay más desarrollo económico hay más accidentes de trabajo, con lo cual la inversión en seguridad es mínima”, dedujo.
Empresas grandes, manufactureras, tal el escenario de la mayoría de los siniestros. Esto lleva a Del Frade a deducir que “hay una lógica centrada en la productividad a toda costa: se demanda más al trabajador, no se invierte en seguridad e higiene, se propicia el descuido, y el empleado se rompe más rápido. Esto ya se ha visto en General Motors, en Acindar, en los frigoríficos”, apuntó. “La ley fue un retroceso, vino a convalidar la impunidad de las patronales para usar a los trabajadores como una herramienta que cuando se rompe se tira”, agregó Del Frade.