En Santa Fe hay casi 50 mil personas pertenecientes a pueblos originarios

La Provincia

Según datos oficiales, descendientes de los pueblos Qom, Coronda, Mocoví, Collac, Diaguita, Mapuche y Guaraní están asentados en 66 comunidades ubicadas en 11 de los 19 departamentos, con 24 escuelas que funcionan bajo la modalidad de “educación intercultural bilingüe.

La provincia de Santa Fe es cuna de más de 48.265 personas pertenecientes o descendientes de los pueblos Qom, Coronda, Mocoví, Collac, Diaguita, Mapuche y Guaraní, asentados en 66 comunidades ubicadas en 11 de los 19 departamentos. De ellos, 24.751 son varones y 23.514 son mujeres.

Las condiciones y características de cada comunidad originaria de la provincia, varía en función de diversos aspectos, tales como: culturales y ancestrales, geográficos y su distancia de los ejidos urbanos, entre otras. 

“Conscientes de los derechos y diversidades culturales que tienen estos pueblos, la provincia de Santa Fe lleva adelante una multiplicidad de políticas públicas que surgen del trabajo articulado entre distintas áreas gubernamentales y las comunidades mismas. “Es necesario además promover la reflexión sobre la interculturalidad, el reconocimiento y respeto por los derechos humanos de los pueblos originarios”, expresan desde el gobierno provincial.

En Santa Fe se garantiza el acceso a la educación intercultural bilingüe a 4.869 niños y jóvenes originarios, que asisten a alguno de los 24 establecimientos que funcionan con la modalidad de “educación intercultural bilingüe”. Estas escuelas, que son espacios fundamentales para la preservación de la identidad cultural , están ubicados en zonas rurales y urbanas de las ciudades de Tostado, Reconquista, Santa Fe y Rosario.

“Preservar las lenguas originarias es una tarea importante para la puesta en valor de las identidades culturales, es por eso que la educación intercultural bilingüe tiene un lugar privilegiado para ayudar al empoderamiento de estos pueblos hermanos”, remarcan las autoridades.

Por otra parte, la situación de los integrantes de comunidades originarias de la provincia en estado de extrema vulnerabilidad social se vio notoriamente afectada por la coyuntura de la pandemia de Covid-19, impactando sobre todo en aspectos sanitarios, económicos y laborales. “Esta nueva realidad promovió mayores intervenciones territoriales con diversas herramientas que no sólo sirven para afrontar la situación sino que permiten planificar la etapa post pandemia”, indican desde el gobierno.