El reciente fallo del Tribunal Oral Federal N° 1 de Rosario en la Causa Villazo, que absolvió a los 17 imputados por delitos de lesa humanidad cometidos en Villa Constitución en 1975, sigue generando reacciones de indignación. Desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), el abogado querellante Federico Pagliero calificó la sentencia como “una vergüenza” y sostuvo que se trata de una decisión “acomodada al clima de época” que pretende “disciplinar al movimiento obrero”.
Pagliero, entrevistado por el canal La Retaguardia, recordó que durante el juicio “declararon más de cien testigos que dieron cuenta del circuito represivo, de la sistematicidad, de cómo eran secuestrados los trabajadores, de la participación de Acindar y de la existencia de un centro clandestino de detención”. En ese sentido, destacó que “el caudal probatorio fue contundente” y que “no hay manera de entender este fallo si no es en relación con el contexto actual, donde se busca debilitar la defensa de los derechos laborales y el derecho a la protesta”.
El abogado se refirió también al proceso judicial que se extendió por más de una década y que culminó con un resultado inesperado. “Hace 14 años que estamos con la instrucción, desde 2011, y siempre se respetaron las garantías. No hubo inclinación de la cancha ni persecución política, como dicen los genocidas. Pero ahora sí vemos cómo el Poder Judicial se acomoda al discurso oficial”, advirtió.
El fallo dictado el martes absolvió a la totalidad de los imputados, entre ellos exgerentes de Acindar y exmiembros de fuerzas de seguridad. Además, el Tribunal desconoció que en el albergue de solteros de la siderúrgica haya funcionado un centro clandestino de detención, tal como lo sostuvieron las querellas, el Ministerio Público Fiscal y numerosos testigos.
Pagliero anticipó que la APDH y el resto de las partes acusadoras apelarán el fallo una vez que se conozcan los fundamentos: “El 6 de febrero vamos a tener los fundamentos de la sentencia, y a partir de ahí se abre el plazo para ir a Casación. Por supuesto, vamos a ir. Los tiempos son largos, se puede demorar un año, pero vamos a seguir hasta el final”.
Consultado sobre el impacto emocional del veredicto, el abogado villense describió la escena a la salida del Tribunal: “Muchos sobrevivientes y familiares están destruidos, con una tristeza enorme. Pero también hay una convicción muy firme: esta lucha no termina acá. Vamos a seguir construyendo memoria, buscando justicia y acompañando a las familias que hace 50 años esperan una reparación”.

