Tensión en la EPE: el sindicato advierte sobre posibles medidas de fuerza y reclama diálogo con la empresa

La Provincia

El secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario, Alberto Botto, expresó su preocupación por la falta de diálogo con los directivos de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y no descartó la posibilidad de que los trabajadores adopten medidas de fuerza si no se logra un acercamiento entre las partes. El dirigente subrayó que esta es la primera vez que el gremio no puede establecer una comunicación fluida con la empresa, algo que calificó como un retroceso en un contexto democrático.

“Siempre hemos hablado, obviamente cada uno defendiendo lo que representa, pero nunca se cortaba el diálogo. Estamos en democracia y el diálogo refuerza este sistema; si no lo hay, es complicado”, afirmó Botto en declaraciones a «Con la Gente». El dirigente sindical manifestó su malestar por la falta de respuestas de la EPE, actualmente liderada por Anahí Rodríguez, ex presidenta de Aguas Santafesinas.

Botto aseguró desconocer las razones por las cuales la empresa no quiere entablar conversaciones con los trabajadores. “Desde el sindicato hemos sido equilibrados, mantuvimos una racionalidad y nunca pedimos más de lo que nos corresponde”, sostuvo. Además, recordó el histórico rol del gremio en la defensa de la EPE, remontándose al 25 de noviembre de 1999, cuando los trabajadores impidieron su privatización. Desde entonces, esa fecha se conmemora como el Día de la Militancia. “A cualquiera que le preguntes te va a decir que hace mucho tiempo no escuchan conflictos en la EPE en torno al gremio”, destacó.

Sin embargo, el líder sindical advirtió que, de no mediar un cambio en la postura de la empresa, no descarta la posibilidad de que los trabajadores recurran a medidas de fuerza. “No nos va a quedar más remedio que recurrir a medidas de fuerza y, si es necesario, llegar al paro”, afirmó. A pesar de esto, Botto insistió en la importancia del diálogo para “construir y acercar a las partes”, ya que, según sus palabras, el sindicato tiene mucho para aportar a la gestión de la empresa. “No nos importa quién está en el Gobierno, sino que le vaya bien a la empresa y a los trabajadores”, agregó.

En el Plenario realizado el pasado miércoles 19 de marzo en la sede del gremio, más de 1.000 afiliados discutieron diversos temas, desde el incumplimiento de convenios hasta la caída real de los salarios, que ha llevado a muchos trabajadores a situarse por debajo de la línea de pobreza. “Eso marcó un límite. Ya no se puede tolerar”, señaló Botto. Además, criticó la falta de personal y la creciente tercerización de tareas, que calificó como un “intento de precarización laboral” que afecta directamente la calidad del servicio, perjudicando a la ciudadanía.

El dirigente también recordó que, según los informes de Cammesa de 2023, la EPE ocupa el primer lugar entre las distribuidoras de energía del país en cuanto a tiempo de corte real. “Queremos que la empresa siga siendo eficiente, pero para eso necesitamos trabajadores bien pagos, que puedan acceder a cuestiones básicas como salud, vivienda propia, pagar un alquiler, vacacionar o mandar a sus hijos a la escuela”, concluyó Botto.

La situación en la EPE parece estar llegando a un punto crítico, con un sindicato dispuesto a luchar por sus derechos y una empresa que, según Botto, no está abierta al diálogo. El próximo paso dependerá de si las partes logran tender puentes o si, por el contrario, los trabajadores se verán obligados a tomar medidas más contundentes.