Fuerte represión en la protesta frente al Congreso: jubilados y manifestantes bajo fuego policial

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La movilización de los jubilados frente al Congreso de la Nación, una protesta que se repite cada miércoles en reclamo por mejoras en sus haberes y acceso a la salud, tomó esta tarde una nueva dimensión con la participación de numerosos hinchas y simpatizantes de distintos clubes de fútbol. La convocatoria masiva derivó en un fuerte operativo de seguridad y en una violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad, lo que dejó como saldo decenas de detenidos y un herido de gravedad.

La tensión comenzó poco antes de las 17 horas cuando los manifestantes, ubicados sobre las calles aledañas al Congreso, intentaron avanzar más allá del cordón policial que resguardaba la zona con barreras metálicas. A partir de ese momento, se registraron enfrentamientos: algunos manifestantes lanzaron objetos contundentes y bombas de estruendo, mientras que la policía respondió con gases lacrimógenos, cañones hidrantes y disparos de balas de goma.

El Ministerio de Seguridad había advertido previamente que no permitiría cortes de calle ni desbordes en la movilización. “Están nuestras fuerzas desplegadas para hacer cumplir el protocolo: el tránsito no se corta y los barras bravas, sobre la vereda”, sostuvo la ministra Patricia Bullrich. Sin embargo, la situación escaló rápidamente cuando la policía avanzó sobre los manifestantes, obligándolos a replegarse en diferentes direcciones.

Reclamos y contexto social

La protesta de los jubilados, que se viene realizando desde hace años, responde al deterioro de sus ingresos tras la fuerte devaluación y el ajuste en materia previsional implementado por el gobierno de Javier Milei. La movilización de este miércoles sumó mayor participación tras la viralización de un video en el que se ve a un anciano siendo gaseado por efectivos policiales en una manifestación anterior. Esa imagen generó indignación y convocó a diversos sectores a sumarse al reclamo, principalmente las hinchadas de numerosos clubes de fútbol, siguiendo el ejemplo de Chacarita la semana anterior.

Según datos del Centro de Estudios Económicos y Sociales, la canasta básica para un adulto mayor supera ampliamente el haber jubilatorio mínimo, situación que expone a miles de jubilados a una crisis económica sin precedentes. La Defensoría de la Tercera Edad estima que un jubilado necesita $1.200.523 para vivir, mientras el haber mínimo es hoy de $300.000.

“La situación de los jubilados es desesperante. No pueden costear medicamentos, ni pagar el alquiler o los servicios esenciales”, señaló un referente de la organización de jubilados autoconvocados.

Balance de la jornada y repercusiones

El saldo de la jornada fue de al menos 150 detenidos y un manifestante en estado grave debido al impacto de un proyectil. Las imágenes de la represión recorrieron rápidamente las redes sociales y generaron un fuerte debate en torno al uso de la fuerza pública y el derecho a la protesta.

Desde la oposición, distintos referentes criticaron la acción policial y la consideraron “desproporcionada”. En tanto, el oficialismo insistió en que se trató de una acción necesaria para evitar desmanes y garantizar el orden en el espacio público.

Violencia institucional

Durante la protesta en la zona del Congreso, el fotoperiodista Pablo Grillo resultó gravemente herido al recibir el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza. Según indicaron sus familiares, sufrió una fractura de cráneo y fue intervenido de urgencia. Su estado es delicado.

Además, durante la represión, una jubilada fue golpeada por efectivos policiales mientras intentaba resguardarse de los disturbios. Testigos presenciales relataron que la mujer, de avanzada edad, quedó tendida en el suelo y requirió atención médica inmediata. Este incidente generó una fuerte indignación en la sociedad y fue ampliamente difundido en redes sociales como ejemplo del uso desmedido de la fuerza por parte de las autoridades.