Crisis laboral en General Motors: denuncias de extorsión en la planta de Alvear

La Región

En medio de un clima de incertidumbre y descontento, la planta de General Motors (GM) en Alvear, Santa Fe, se encuentra en el ojo de la tormenta tras una serie de retiros voluntarios y despidos masivos que dejaron a cientos de trabajadores sin sustento. Según denuncias de ex empleados y fuentes sindicales, la empresa habría utilizado métodos extorsivos para reducir su planta laboral.

Germán Tonero, extrabajador de GM y testigo directo de lo ocurrido, relató en una entrevista difundida por Cuna de la Noticia TV cómo se desarrollaron los hechos. “El año pasado, la empresa amplió un retiro voluntario y despidió a 200 trabajadores. Este año, a principios de enero, sumaron 300 despidos más”, explicó Tonero. Sin embargo, lo más alarmante es la forma en que se llevaron a cabo estas medidas. “Cuando volvimos de las vacaciones, nos enteramos de que, si la empresa no despedía a 300 trabajadores más, la planta cerraría. Fue un golpe muy duro para todos”, agregó.

Según Tonero, el sindicato Smata, encargado de representar a los trabajadores, no logró defender sus derechos. “El gremio planteó reducciones de categorías y sueldos para evitar los despidos, pero la empresa no aceptó. Lo que llaman ‘retiro voluntario’ en realidad son despidos encubiertos, porque muchos recibimos telegramas sin haberlo solicitado”, afirmó.

El ex empleado también criticó duramente a los delegados sindicales. “Pasaban por la línea diciendo ‘te va a tocar a vos, te va a tocar a vos’. Fue un papel lamentable el que hicieron los líderes del gremio. No hubo lucha, fue una entrega total”, denunció.

La situación se agravó cuando los trabajadores afectados intentaron buscar soluciones a través del Ministerio de Trabajo. “Nos citaron a una audiencia en la sede regional de Rosario, pero ahí nos dijeron que la empresa no nos quiere más y que la causa estaba archivada. No hubo conciliación ni posibilidad de retomar el trabajo”, relató Tonero. Además, la empresa no cumplió con lo ofrecido en los retiros voluntarios, lo que este trabajador calificó como un “ensañamiento” contra los empleados.

La crisis en GM no solo afecta a los trabajadores despedidos, sino que también genera un clima de incertidumbre entre quienes aún permanecen en la planta. “Las cargas de trabajo aumentaron terriblemente, y hay especulaciones de que la empresa podría cerrar. Esto parece ser parte de una estrategia más amplia para implementar una reforma laboral que beneficie a las grandes corporaciones”, señaló Tonero.

El ex empleado también apuntó contra el gobierno provincial, encabezado por Maximiliano Pullaro. “Pullaro dice que va a defender la industria, pero al final no defiende nada. Lo mismo pasa con Milei, que parece más interesado en la timba financiera que en proteger los puestos de trabajo”, afirmó.

Tonero no descartó que puedan producirse más despidos en el futuro. “Ya llevamos más de 500 despidos en menos de un año. Esto es una clara política de reforma laboral, y puede que siga habiendo más despidos si no se toman medidas”, advirtió.

La situación en GM refleja un problema más amplio en el movimiento obrero a nivel nacional. “Los trabajadores estamos regalados, entregados. No se ve lucha, no se defienden nuestros derechos como debería ser”, concluyó Tonero.