El sector de las pequeñas y medianas empresas (pymes) encendió las alarmas frente a la apertura de importaciones, la eliminación del Impuesto PAIS y el levantamiento del cepo cambiario sin un plan que contemple la protección de la producción nacional. Según representantes del sector, estas medidas podrían provocar el cierre de 25.000 empresas y la pérdida de 300.000 puestos de trabajo, afectando industrias clave como la textil, el calzado, la metalúrgica y los bienes de capital.
Daniel Rosato, presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), advirtió que “sin una estrategia para fortalecer la producción nacional, las medidas podrían generar un impacto más severo que la recesión del primer semestre, la cual dejó sin empleo a 46.000 trabajadores de la industria manufacturera, según datos del Observatorio IPA”.
El dirigente identificó tres factores principales que podrían generar perjuicios al sector: la flexibilización de las barreras a las importaciones, la eliminación del Impuesto PAIS, y la salida del cepo cambiario. “Aunque estos cambios son positivos en términos macroeconómicos, sin una política activa que proteja a las pymes, el efecto sería devastador”, afirmó.
Rosato destacó que el mayor peligro es el desempleo masivo, ya que muchas pymes no podrán competir con productos terminados importados que gozan de ventajas arancelarias y menores costos de producción, especialmente en países como China. “Esto no solo pone en jaque a sectores como el textil o el de calzado, sino que también amenaza con generar pobreza en áreas como el Conurbano bonaerense”, enfatizó.
El informe del Observatorio IPA, dirigido por el economista Federico Vaccarezza, refuerza estas preocupaciones al señalar que las pymes ya enfrentan serias dificultades para competir en el mercado interno y acceder a mercados internacionales. Entre los principales desafíos figuran la falta de financiamiento, la escasa competitividad y los altos costos operativos.
Desde IPA instaron al Gobierno a abrir una mesa de diálogo para implementar políticas que equilibren los beneficios de la apertura económica con el sostenimiento de la industria nacional. “Queremos que el cepo cambiario termine, pero los dólares deben ser utilizados para potenciar la economía local y no para subsidiar el empleo en otros países”, concluyó Rosato.
El sector advierte que el panorama para 2025 dependerá de la capacidad gubernamental para ejecutar políticas que promuevan la recuperación sostenida y protejan a las pymes, consideradas un pilar fundamental del empleo y la actividad económica en Argentina.