La noche del festival en el Anfiteatro de la UOM por el 50° Aniversario del Villazo, se convirtió en un testimonio de cómo la música y la memoria pueden entrelazarse, creando momentos de profunda reflexión colectiva. En ese contexto, la banda de rock Farolitos, con su compromiso y su arte, demostró una vez más que la cultura es un pilar fundamental en la construcción de la identidad de un pueblo.
En una noche que resonó con el eco de la historia y la música, la banda rosarina Farolitos se encargó de cerrar el “Festival 50 años del Villazo”, celebrado el pasado sábado en el Anfiteatro de la UOM de Villa Constitución. Este evento, que rindió homenaje a la emblemática lucha obrera de 1974, se vio inicialmente postergado por cuestiones climáticas (estaba previsto originalmente para el 16 de marzo), pero finalmente coincidió con la víspera del Día de la Memoria, creando un contexto profundamente significativo.
En una entrevista para el programa “Mientras Tanto”, conducido por Alejandro Iuliani (lunes a viernes, de 9 a 12, en Radio X 90.3), Marcos Migoni, la voz líder de Farolitos, compartió su visión y la de su banda sobre este momento histórico y cultural. “Marzo es un mes muy especial”, reflexionó el cantante, señalando la dualidad de la celebración.
“Estábamos entre la celebración y la conmemoración de las fechas. Yo por un lado celebraba lo del Villazo, porque ha sido un ejemplo de lucha popular, de triunfo, y luego recordaba además todo lo que ha sido el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 y todo lo que trajo la última dictadura cívico militar, todas las cosas nefastas que vivimos tras esa interrupción de la democracia”, dijo Migoni.
El cantante se refirió al trabajo desplegado por los organizadores: el sindicato metalúrgico, la agrupación 22 de Abril y la Mesa Memoria Verdad Justicia por el Villazo. “Lo que vivimos en el festival fue asombroso y la verdad fuimos recibidos de la mejor manera, conocimos aún más la experiencia, tuve la oportunidad de conocer a algunos sobrevivientes también, lo que fue la represión de marzo el 1975, bueno, uno reforzando la memoria un poquito con toda esta actividad”, comentó Marcos.
El festival no solo ofreció música y entretenimiento; fue un encuentro de generaciones, un espacio de aprendizaje y memoria. Migoni destacó la importancia de la música como herramienta para recordar y mantener viva la historia: “Nosotros hacemos música para recordar, para la memoria”, remarcó. La banda, conocida por su compromiso con temas de relevancia social e histórica, aprovechó la ocasión para reafirmar su misión de visibilizar las luchas del pueblo argentino a través de sus canciones.
Farolitos, con su repertorio que oscila entre la memoria y la esperanza, encontró en Villa Constitución un público receptivo y emocionado. “Siempre es lindo venir a tocar a Villa Constitución”, afirmó Migoni, subrayando la conexión especial que siente con el lugar y sus habitantes.
La actuación de la banda rosarina y de todos los grupos y solistas que formaron parte del Festival no fue solo un concierto más; fue un acto de afirmación cultural y política, un recordatorio de las batallas pasadas y presentes, y un llamado a defender los valores de la democracia y la justicia social.