Las autoridades locales mantuvieron reuniones con representantes provinciales para coordinar la asistencia y el apoyo necesario ante la emergencia. El director de Protección Civil insta a la población a mantener la calma y agradece la colaboración de quienes se han sumado a los trabajos en medio de la tormenta.
Tras la tormenta que azotó a Villa Constitución y la región en las últimas horas, las autoridades de Protección Civil dieron a conocer la cruda realidad que enfrenta la ciudad.
Jorge Spagnoli, director de Protección Civil del Municipio de Villa Constitución, brindó en el programa Cierre de Edición un testimonio revelador sobre las consecuencias devastadoras que dejó el fenómeno climático.
“Ya superamos las 20 casas con agua en el interior. Son muchísimas más, pero bueno, estas son las que nos llegaron los reclamos”, expresó el funcionario, subrayando la magnitud del desastre. Las imágenes de barrios periféricos con techos destrozados o volados pintan un cuadro desolador. En muchos hogares la humedad ha permeado todo: muebles, ropa, colchones e incluso alimentos.
Spagnoli señala que, si bien no se ha producido la evacuación de ninguna familia, se sigue brindando asistencia a aquellos afectados para garantizar su seguridad.
La caída de árboles, estimada en alrededor de 20, y la cantidad de ramas esparcidas por la ciudad son otra evidencia del impacto del viento. Postes de teléfono y luz también sucumbieron ante la fuerza de la tormenta, agravando la situación y dejando a numerosos sectores sin energía eléctrica ni comunicación.
La preocupación se acrecienta en barrios como Ing. Acevedo (ex loteo Primucci), donde el agua fluye directamente desde los campos, obligando a desplegar esfuerzos para evitar que ingrese a los hogares.
Sin embargo, el desafío persiste, especialmente en áreas donde se teme la repetición de casos de derrumbes ocurridos en el pasado. “La situación es muy delicada en la zona de barrancas”, advierte Spagnoli, destacando la importancia de los estudios en curso para evaluar y abordar la problemática.
La magnitud de las lluvias, que el miércoles superaron los 150 milímetros en la ciudad y hasta 220 milímetros en los campos circundantes, ha generado preocupación por el posible desborde de cañadas y ríos. La interrupción del tránsito en la Ruta 21 debido al exceso de agua a la altura de la Calera (entre Acindar y Paraná Metal) evidencia la gravedad de la situación y las dificultades logísticas que enfrenta la ciudad.
A pesar de los esfuerzos del personal de Protección Civil, el robo de equipamiento durante la tormenta complica aún más la respuesta a la emergencia. “Nosotros estamos bien provistos de herramientas, pero quiero aprovechar esta ocasión para decir que esta mañana nos robaron de la camioneta una motosierra. Mientras el personal trabajaba a 10 metros de la camioneta, en uno de los momentos más fuertes de la tormenta, le robaron una motosierra de la parte de la caja. Por eso les decimos que, si la andan ofreciendo, es una motoriserra marca Sthil color blanca y anaranjada. Si la están ofreciendo, es nuestra”, declaró Spagnoli.