En vísperas del Día de la Fiebre Amarilla, instituido el 27 de enero en nuestro país, en conmemoración del inicio de la epidemia de 1871, especialistas insistieron en la importancia de la vacunación con suficiente antelación en viajeros que tienen como destino países que la exigen como requisito de ingreso (como India, Tailandia o Bahamas), donde es recomendable como Brasil, Paraguay, Bolivia o Perú, y donde la enfermedad no ha sido erradicada y es endémica.
«La vacuna proporciona una inmunidad efectiva al cabo de diez días en el 80 a 100% de las personas vacunadas, y al cabo de 30 días, en más del 99%», dijo Corina Nemirovsky, médica infectóloga a cargo del programa de Medicina del Viajero del Hospital Italiano, quien recordó que es «segura», «accesible», consiste en «una dosis para toda la vida» y es también «la principal herramienta de prevención».
En cuanto a los efectos adversos, puntualizó que éstos «son raros, aunque aumentan con la edad luego de los 60 años, por lo cual debería evaluarse con precaución el beneficio sobre los riesgos de la vacunación en esta población».
En el caso de tener previsto un viaje a un área donde la fiebre amarilla es endémica o se registra un brote, «la vacunación en nuestro país puede realizarse sin costo solicitando turno en Sanidad de Fronteras».
«También se encuentra disponible con certificación internacional en algunos vacunatorios privados, aunque con costo», dijo.
Entre los grupos que tienen contraindicada la vacuna de la fiebre amarilla «por el riesgo de desarrollar efectos adversos graves», enumeró a «niños menores de 9 meses, mujeres embarazadas (excepto durante un brote de fiebre amarilla cuando el riesgo de infección es alto); personas con alergias graves a las proteínas del huevo, y personas con inmunodepresión».
La especialista recordó que países como India, Sudáfrica, Tailandia, Jamaica y Bahamas «exigen el certificado de vacunación contra la fiebre amarilla para poder entrar, como forma de evitar el ingreso de turistas con la enfermedad» dado que «se trata de zonas en las que la está erradicada».
«Dado que en estos países no hay riesgo epidemiológico de adquirir la enfermedad, en caso de existir contraindicación para vacunarse por la edad o por algún motivo médico, se puede evitar la vacunación por medio de una exención que se tramita con la autoridad sanitaria», explicó.
Por otro lado, es recomendable tener la vacuna si el viaje es a Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú «por tratarse de zonas donde hay riesgo epidemiológico de contraer la enfermedad».
«En caso de que el riesgo de adquirir la enfermedad en el área a visitar sea mayor que los riesgos de presentar algún efecto adverso grave por la vacuna, se recomendará la vacunación, casos en los que debe realizarse, por lo menos, 15 días antes del viaje», dijo.
Las epidemias de fiebre amarilla en Buenos Aires tuvieron lugar en los años 1852, 1858, 1870 y 1871 pero la suscitada en este último año fue un verdadero desastre sanitario que mató aproximadamente al 8% de los porteños, habiéndose iniciado el 27 de enero de aquel año, día en que se registraron las primeras tres muertes.