En un informe publicado este lunes por el diario El Litoral, de Santa Fe, el periodista Luis Rodrigo revela que la Secretaría de Energía estima que el atraso en las tarifas llega al 54% en el segmento de mayor poder adquisitivo entre los usuarios residenciales y del 17% en el más bajo. Por eso proyecta mantener subsidios pero con diferentes impactos según la segmentación tarifaria, con un promedio del 30%.
“El gobierno nacional ha diseñado un esquema de actualización de las tarifas de gas natural por redes, que se comenzará a sentir en febrero de 2023, cuyo escenario principal -el de la audiencia pública- ya pasó sin mayores sobresaltos”, indica la nota periodística.
La audiencia se celebró el 6 de diciembre y en ese ámbito que reúne a representantes de usuarios y actores del sector hidrocarburífero en producción, transporte y distribución, se presentó un informe técnico que muestra distintos escenarios. Todos con aumentos para los usuarios, según cuánto del precio del gas sea finalmente subsidiado por el sector público.
La Secretaría de Energía de la Nación pone especial énfasis en la crisis provocada por la guerra en Europa y sus secuelas sobre el precio de todos los recursos energéticos. Como se sabe, aunque la Argentina es rica en reservas de gas (en especial en Vaca Muerta) carece de la infraestructura necesaria para aprovecharlas y cada invierno debe importar gas que llega en barcos, a valores internacionales.
Esa variable atada al mercado mundial -y otras decisiones a adoptar en el plano doméstico- justifican la idea de presentar diferentes escenarios, según cuánto pueda el Estado subsidiar en el precio del gas “en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte” o “PIST”. Aunque lo parezca la sigla no es una onomatopeya: habla del gas a usar en el sistema argentino de gasoductos que abastecen a las empresas distribuidoras, como Litoral Gas en el caso de Santa Fe. Y la referencia sirve para explicar que allí se inyecta tanto gas argentino como el que se compra afuera, en dólares. En la producción local de gas hay insumos que también tienen precios dolarizados.
Un párrafo del informe de 13 carillas es clave. Dice que “en caso de aplicarse los precios del gas natural definidos por la normativa vigente” para el año próximo, el Estado Nacional “asumiría a su cargo el 67,3% del precio promedio de abastecimiento de la demanda prioritaria”. Es decir que las arcas nacionales “aportarían $ 439.921 millones (M) sobre un total de $ 653.498 M”. Es una manera elegante de decir que el conjunto de los usuarios residenciales, por vía de la reducción de los subsidios, se hará cargo de $ 213.577 M.
Faltan apenas unas semanas para que rija el nuevo valor del precio del gas en el PIST, y tras cumplirse con la audiencia pública convocada por el Ente Nacional Regulador del Gas (que sigue intervenido) será el Poder Ejecutivo Nacional a través de su Secretaría de Energía quien dará a conocer los nuevos valores.
Mientras, conviene saber la Ley de Presupuesto 2023 ha dejado listos $ 150.000 millones en gastos corrientes con destino al Programa Plan Gas.Ar para cubrir subsidios. Y unos $570.000 millones en transferencias del Tesoro para sostener las cuentas de Enarsa, la empresa del Estado que compra gas, por ejemplo a Bolivia, o Gas Natural Licuado en barcos y que es responsable de la construcción del nuevo gasoducto Néstor Kirchner para transportar la producción de Vaca Muerta. Se estima que el país necesitará 2,935,3 millones de dólares para hacer frente a esas compras en el exterior.
“Análisis de sensibilidad”
Otro segmento interesante se encuentra bajo el título “Precio actual del gas en tarifa y análisis de sensibilidad”. Allí, se mide en dólares el costo real del millón de BTU (la unidad de medida para el gas según su poder calórico), mes por mes para 2023. Los aportes mayores del Estado Nacional están previstos para los meses fríos entre mayo y septiembre con picos de más del 70%, mientras que en el período más cálido ese aporte público baja a unos puntos por sobre el 50%. El promedio, como se ha dicho, da 67%.
La segmentación tarifaria ha dividido a los usuarios en tres niveles. En el nivel 1 se encuentran quienes por su capacidad económica ya no tendrán subsidios; en el 2 el otro extremo con aquellos que los recibirán en una mayor proporción, y en el 3 los sectores medios también subsidiados (en menor medida).
En uno de los ejercicios análisis de posibles escenarios se muestra qué ocurrirá en el bolsillo de quienes tienen gas natural por redes (mucho más económico que el gas envasado) ante el peor de los escenarios en cuanto al aumento final. Así, al extremo con mejor capacidad de pago se calcula un impacto tarifario que subirá en el Nivel 1 la factura media a 4.112 $/mes; para usuarios de Nivel 2 la factura media será de 2.162 $/mes y para un usuario de Nivel 3 de 2.747 $/mes.