El sindicato que agrupa a los choferes anunció un nueva medida de fuerza para los días 25, 26 y 27 de octubre, aunque este lunes volverá a reunirse con la patronal Fatap y el gobierno nacional.
Comienza otra semana complicada para la movilidad en nuestra región. Luego de no alcanzar un acuerdo entre el Ministerio de Trabajo de la Nación y la Unión Tranviarios Automotor (UTA) para destrabar el conflicto salarial de los choferes de colectivos, los trabajadores anunciaron un nuevo paro para los días martes 25, miércoles 26 y jueves 27 de octubre.
En este marco, la UTA emitió un comunicado en el cual manifestó que no se logró un entendimiento sobre pretendida igualdad salarial para los trabajadores representados.
Además, desde el sindicato aclararon: “Queremos el aumento que nos corresponde, por lo que resulta indispensable que el Congreso Nacional declare la Emergencia en el Transporte de Pasajeros del Interior”
“Por esto, ratificamos el estado de alerta e informamos que se dispondrá un paro de actividades en el Transporte de Pasajeros del Interior por 72 horas, a realizarse los días 25, 26 y 27 de octubre”, manifestaron.
Desde la Intendencia de la ciudad de Rosario eran optimistas con lo que pase en el Presupuesto 2023, ya que en la previa se habló de un acuerdo para mejorar bastante la cifra que se percibe en subsidios en el interior. “Eso serviría para levantar el paro y tener un mejor horizonte”, afirmaron fuentes cercanas al intendente Javkin.
Según lo expresado días atrás en el Congreso por representantes del Consejo Federal de Transporte, el subsidio nacional cubre en el interior solo el 28% del costo de la red de colectivos urbanos, mientras que en el área metropolitana sostiene el 80%.
Al respecto, el secretario de Transporte de la provincia, Osvaldo Miatello, cuestionó la desigualdad en el reparto de subsidios: “Cuando se trabaja por debajo de los costos de rentabilidad, el servicio se financia por subsidios o porque te vas comiendo el capital. Nosotros notamos que sucede eso. Los coches hoy tienen más de siete años. Eso se traduce en deterioro del servicio y mayores peligros. A los empresarios siempre le pedimos los mayores esfuerzos, pero entiendo que si un colectivo en Buenos Aires recibe cuatro veces más subsidios que un colectivo del interior es difícil”.