“Es la música que llega al corazón, en cada club de barrio o en el obelisco con la Filarmónica. Gracias Marcos y Cacho por llevar la cumbia a lo más alto. ¡Un orgullo santafesino!”, manifestó la diputada Clara García, en la foto junto a los artistas y la concejal rosarina Vero Irizar.
La banda de cumbia santafesina Los Palmeras, encabezada por Marcos Camino y Rubén Deicas, sigue recibiendo homenajes por su trayectoria de cinco décadas. En esta oportunidad, el Concejo Municipal de Rosario entregó una distinción a este grupo embajador de la provincia de Santa Fe, poco antes de su participación en el Festival Feliz, que tuvo lugar este sábado en el Hipódromo del Parque de la Independencia.
La iniciativa fue presentada por las concejalas Verónica Irizar y Mónica Ferrero, del bloque Socialista, declarando Visitantes Distinguidos a los integrantes de Los Palmeras, “por su vasta trayectoria y reconocimiento tanto nacional como internacional, y en ocasión de su visita a nuestra ciudad para participar en el Festival Feliz”.
Los comienzos de la banda
En 1972 se reunieron seis músicos en la ciudad de Santa Fe para formar un conjunto de música tropical. El vocalista de la banda, Czeslav Popowicz, usaba en otro grupo el seudónimo de Yuli Palmeras; entonces decidieron denominar a esta nueva formación Sexteto Palmeras.}
El 9 de diciembre del mismo año se unió a la banda Marcos Máximo Camino en reemplazo de Osvaldo Zabala, para ejecutar el acordeón a piano. Al cabo de un tiempo éste se hace cargo de la dirección y pasan a llamarse Grupo Palmeras. Lo curioso fue que el público cariñosamente los bautizó como Los Palmeras, nombre que conservan a lo largo de 50 años de trayectoria ininterrumpida.
El primer disco llegó en 1976, cuando un amigo, Martín Robustiano “Chani” Gutiérrez, propietario de una disquería, les ofreció la posibilidad de grabar un álbum. El 16 de septiembre de ese añi, en los estudios ION de Buenos Aires, cumplieron su sueño más preciado, estampar su estilo musical en la placa discográfica para el sello MRG. En diciembre se lanzó al mercado este material bajo el título “Los Palmeras”, y fue aceptado de buen grado por el público, que así colmó las expectativas del productor discográfico.
Al año siguiente en los estudios RCA Victor, grabaron su segundo LP, “Te regalaré mi vida”, con un éxito mayor al anterior y una riqueza técnica superior.
Recién en 1978, cuando Yuli decidió separarse del grupo y sus integrantes salieron a buscar una voz que se identificara con el conjunto y que tuviera la aceptación de sus seguidores, apareció Rubén Héctor “Cacho” Deicas: un excelente vocalista, dotado de un timbre de voz espectacular, quien por aquel entonces cantaba melódico en el grupo santafesino Los Búfalos. Con el tiempo y su calidad, supo ganarse el cariño del público. Años después, Dady Brieva lo bautizaría como “el Frank Sinatra de la cumbia”.
Su primer trabajo discográfico con el grupo se llamó “Morenita cumbiambera”; luego vinieron “Basta de orgullo” y “Nadie quede sin bailar”, hasta llegar al primer disco en una compañía discográfica nacional (Microfón Argentina) lo que les permitió, además de actuar en todo el país, difundir su música a lo largo y a lo ancho de Argentina y países limítrofes. Con la grabación del LP “Cumbia y luna” llegó el primer Disco de Oro, en mérito a las ventas obtenidas.