El tribunal le impuso además una multa superior a los 316 millones de pesos y condenó también a la máxima pena a otros cuatro miembros de la organización narcocriminal enfrentada a “Los Monos”.
El capo narco Esteban Lindor Alvarado (43) fue condenado este viernes a prisión perpetua por comandar desde la prisión una asociación ilícita dedicada a cometer homicidios, extorsiones, amenazas y balaceras contra edificios judiciales entre el 2012 y 2019 en la ciudad de Rosario.
El tribunal rosarino conformado por los jueces Alejandro Negroni, Patricia Bilotta y María Isabel Mas Varela condenó a Alvarado por el “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en concurso premeditado de dos o más personas y en carácter de instigador” del prestamista Lucio Maldonado (37), quien fue hallado asesinado de dos balazos en noviembre de 2018 junto a un cartel de cartón de que decía “Con la mafia no se jode”.
También se lo halló culpable de los delitos de “amenazas coactivas” para obtener concesión del poder público en carácter de instigador en cuatro hechos, “asociación ilícita” en carácter de jefe y “lavado de activos” en cinco hechos, además de ser declarado reincidente.
El líder narco, quien escuchó su condena de manera virtual desde el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza, donde está detenido, fue además condenado a pagar una multa de 316.173.048 pesos.
La misma pena de prisión perpetua recibieron cuatro miembros de su banda, Mauricio Laferrara, Matías Ávila, Germán Fernández y Facundo Almada, quienes también escucharon el fallo desde sus respectivos lugares de detención en cárceles federales y de la provincia de Santa Fe.
En el caso de Laferrara, el tribunal lo encontró penalmente responsable como coautor de dos homicidios, del prestamista Maldonado y del de Cristian Enrique, secuestrado y asesinado a balazos el 13 de octubre de 2018.
En tanto otros dos miembros de la banda, identificados como Miguel Ángel Grecci y Damiana Ghirardi, fueron condenados por lavado de activos en el marco de una asociación ilícita agravada por ser cometida en banda.
Grecci recibió la pena de 4 años y 8 meses de prisión por dos hechos de lavado de activos y el tribunal ordenó que sea detenido y, además, pague una multa de 76.500.000 pesos.
En tanto, Ghirardi fue condenada a tres años de prisión de ejecución condicional por un hecho de lavado de activos en carácter de coautora, por lo que sus bienes serán decomisados, y además se le impuso una multa de 46 millones de pesos.
El fallo es coincidente con las penas solicitadas por los fiscales del caso, Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, quienes tras la lectura de la sentencia en rueda de prensa mostraron su conformidad con la decisión del tribunal.
“Fue un fallo importante, es desde todo punto de vista muy destacable por la contundencia de la decisión de penas perpetuas y porque además se avanzó en materia de decomisos de inmuebles“, destacó el fiscal Schiappa Pietra.
Asimismo, dijo que tanto el tribunal como la fiscalía “remitirá copias del fallo y de la investigación a la justicia federal como al Consejo Nacional de la Magistratura”.
Por su parte, Edery remarcó que Alvarado continuará detenido en la cárcel federal de Ezeiza, debido a que afronta un juicio en el fuero federal por tráfico de estupefacientes o comercialización.
En esa línea, alertó sobre el tema de la seguridad en los penales al señalar que “siempre el tema de los teléfonos celulares de las cárceles es un problema porque desde allí se sigue delinquiendo y por eso queremos a instamos a que eso se solucione”.
Durante el juicio, que comenzó en febrero último y culminó este viernes con la sentencia en primera instancia, declararon 130 testigos, algunos de los cuales prestaron testimonio a través de videos grabados con anterioridad al comienzo del proceso, para preservar su seguridad.
El mecánico
Un caso paradigmático fue el del mecánico Carlos Arguelles, quien formó parte de la banda de Alvarado, declaró como imputado colaborador y registró su declaración en un video, aunque fue asesinado por sicarios en su taller en septiembre de 2021.
En su testimonio, Arguelles dijo que Alvarado había enviado a matar a 100 personas y entregó a la justicia una lista con 40 nombres que el jefe narco presuntamente quería asesinar, algunos de los cuales murieron baleados.
Durante el juicio también se puso de manifiesto el rol de un sector de la policía de Santa Fe como cómplice del condenado jefe de la banda.
Por el caso, siete miembros de la fuerza de seguridad fueron condenados en juicios abreviados anteriores, en los que se les redujo la pena, algunos a tres años y otros a cinco de prisión efectiva.
En tanto, hay otras 22 personas, todos miembros de la organización criminal, que pactaron esa misma modalidad de juicio abreviado y que fueron condenados como colaboradores a penas de entre 3 y 5 años prisión efectiva.
Durante el desarrollo del debate, el tránsito estuvo restringido en la zona de la sede el Centro de Justicia Penal, ubicado entre las calles Mitre y Virasoro de la zona sur de Rosario, para garantizar la seguridad a pesar de que los acusados no fueron llevados allí, y la custodia estuvo bajo la policía provincial y la Gendarmería Nacional.