Más de 2.200 vuelos en todo el mundo, una cuarta parte de ellos ligados con Estados Unidos, fueron cancelados este sábado por sus respectivas compañías debido a la expansión de la variante Ómicron del coronavirus, que en muchos casos afectó al personal aéreo, que obviamente entró en aislamiento y tratamiento médico.
En concreto, son 2.272 los vuelos cancelados, y de ellos 585 vinculados a Estados Unidos -ya sean internacionales o internos-, de acuerdo con la página web Flightaware, informó la agencia de noticias AFP. Este viernes las cancelaciones habían sumado 2.231, según la misma fuente.
La causa de la anulación de los vuelos corresponde a la nueva ola de coronavirus, que afecta principalmente a las tripulaciones, informaron las líneas aéreas.
United Airlines tuvo que cancelar más de 180 vuelos hoy, el 8% de los programados.
“El pico de casos de Ómicron en todo el país esta semana ha tenido un impacto directo en nuestras tripulaciones y las personas que dirigen nuestras operaciones”, dijo la compañía, con sede en Estados Unidos, que afirmó estar trabajando para encontrar soluciones a los pasajeros afectados.
En tanto, Delta Air Lines también canceló 163 vuelos, tanto por Ómicron como, en menor grado, por condiciones climáticas adversas.
Además, se cancelaron más de 10 vuelos de Alaska Airlines, en la que algunos empleados precisaron que debieron aislarse tras haber estado “potencialmente expuestos al virus”.
Esta tendencia dificulta cumplir con las expectativas acerca de que más de 109 millones de estadounidenses viajaran en avión, tren o auto entre el 23 de diciembre y el 2 de enero, cifra que implica un aumento del 34% respecto del año pasado.
La aerolínea American Airlines había planeado 5.300 vuelos el jueves, tantos como los dos días anteriores, lo que representa el 86% de los registrados en el mismo período de 2019. La mayor parte de las cancelaciones provino de cinco empresas.
China Eastern canceló 474 viajes, Air China eliminó 188, United canceló 180, Air India 160 y Delta canceló 127, según cifras de FlightAware.
Mientras tanto, Delta dijo que ha “agotado todas las opciones y recursos, incluido el cambio de ruta y la sustitución de aviones y tripulaciones para cubrir los vuelos programados, antes de cancelar alrededor de 90 vuelos para el viernes”.
La aerolínea atribuyó el impacto de la variante Ómicron y las condiciones climáticas a las cancelaciones.
Pero detrás de las cancelaciones en Estados Unidos se libra una batalla entre los directivos de las grandes aerolíneas y los sindicatos.
En respuesta al caos previo a las vacaciones, las aerolíneas enviaron ayer una carta a la directora de los Centros de Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), Rochelle Walensky, para pedirle que flexibilice el periodo de aislamiento que deben cumplir las personas vacunadas que hayan estado expuestas al virus de diez a cinco días.
Ante la presión del grupo Airlines for America, que representa a Delta, United y American, ante los CDC para reducir los tiempos de aislamiento, el sindicato de los auxiliares de vuelo (AFA) envió a Walensky una carta para que se mantengan los diez días pautados.
El pedido de las empresas aéreas se produce además en medio de una relajación de las reglas de autoaislamiento en Inglaterra, lo que permite a las personas poner fin a la cuarentena después de siete días si dan negativo en dos pruebas con 24 horas de diferencia.
De manera similar, los CDC en Estados Unidos redujeron el período de aislamiento a siete días para las personas asintomáticas que dieron negativo en la prueba, pero solo para los trabajadores de la salud.