Tras conocerse que una empresa australiana hará una millonaria inversión en Río Negro, te contamos las características de su fabricación y qué rol juega el platino en esta historia.
La empresa australiana Fortescue Future Industries (FFI) anunció una inversión por 8.400 millones de dólares en la producción de hidrógeno verde en nuestro país. El anuncio se produjo en el marco de la COP26, en Glasgow.
El desarrollo del proyecto será en la localidad de Punta Colorada, Río Negro. Se estima que a partir de 2030 se comenzará a exportar hidrógeno verde desde esa provincia, con una capacidad de producción de 2,2 millones de toneladas anuales.
La empresa ya inició trabajos de prospección para analizar la cantidad y calidad de vientos, fuente energética principal para la producción. Una vez que se termine la estimación comenzarán las consultas públicas y trámites para la construcción del proyecto en tres etapas.
La etapa piloto estima una inversión de 1.200 millones de dólares para producir unas 35 mil toneladas de hidrógeno verde, comenzando en 2022 y finalizando en 2024.
¿Qué es el hidrógeno verde?
Especialistas en el tema indican que no es una fuente primaria de energía, como el gas, sino parte de compuestos como el agua, los hidrocarburos, los alcoholes y hasta la glucosa.
El objetivo es poder separarlo, porque se obtiene un producto final cuya aplicación tiene un rendimiento que lo hace sumamente atractivo.
¿Por qué verde? Porque su color es figurativo, según lo ambientalmente sostenible del proceso de separación y de la materia prima. De hecho, hay hidrógenos de otros colores, como azul o gris.
El hidrógeno verde que impulsa Río Negro tiene como materia prima el agua y como proceso la electrólisis, que precisa electricidad. Lo ambientalmente amigable está dado en que se plantea que esa electricidad provenga de fuentes no fósiles, esencialmente energía eólica.
El comportamiento del hidrógeno es similar al del gas natural. Se puede usar para generar calor o en motores a explosión. Se licúa y reduce su volumen para ser transportado o envasado. Y puede viajar en los mismos caños.
Tiene un rendimiento mucho mayor y esa es una enorme ventaja. E inclusive podría inyectarse a la red de gas para aumentar su poder calórico, como se suele hacer con el metano.
Sin embargo, los altos costos del proceso de electrólisis (más allá del valor de la potencia instalada en energía alternativa, eólica o solar) obedecen, entre otros factores, a que se utiliza un metal noble carísimo, el platino.
El platino no se consume pero sí se deteriora, por lo que en cualquier operación hay que planear su reemplazo en la ingeniería de costos.
Se abre entonces un debate necesario sobre la actividad minera para obtener el platino, cuyas principales reservas están en Sudáfrica.