Vivero Terapéutico en Barrio Luzuriaga: cómo participar

Villa Constitución

El espacio funciona en la esquina de Almirón y Luzuriaga. Los encuentros se desarrollan los martes, de 9 a 12, donde las personas, instituciones y comercios que quieran sumarse al proyecto, pueden acercarse para compartir saberes y colaborar en el crecimiento de esta propuesta comunitaria que ha sido declarada “de Interés Social” por el Concejo Municipal de Villa Constitución.

El Vivero Terapéutico es una iniciativa de los profesionales del Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de Barrio Luzuriaga, en la que participan la Parroquia Ntra. Sra. de Fátima (el Padre Diego Bulfoni cedió el lugar y acompaña el proyecto), la Comisión Vecinal, la Fundación Acindar (que dispuso el dinero necesario para la compra de las herramientas iniciales), la Dirección de Cultura municipal (que todos los martes por la mañana ofrece talleres en el lugar) y la Delegación de Niñez, Adolescencia y Familia. También colabora Sergio Breccia en el desarrollo de la huerta orgánica.

“Esta idea se empezó a gestar tras el inicio de la pandemia, cuando nuestro trabajo en consultorio se vio afectado porque no llegaba la gente, no lo podíamos realizar, entonces pensamos en un espacio más abierto y así surgió la iniciativa de generar este dispositivo”, contó María Eugenia Aragón, psicopedagoga del Centro de Salud de Luzuriaga.

Los primeros pasos fueron, en realidad, pinceladas. En el espacio que brindó la Parroquia -ubicado en la esquina de Luzuriaga y Almirón- se pintó un colorido mural. Con la llegada de Sergio Breccia, un verdadero maestro de la huerta, comenzaron a cultivar flores, verduras y hortalizas.

“Los martes se transforman en un espacio mágico, donde alguien trae su arte y ofrece sus saberes, otra persona trae su voz y canta, otro sus poesías, y algunos también traen sus problemas y tristezas. Acá estamos para contener y acompañar. Así cada martes se suman nuevas propuestas y personas”, destacó Aragón. “Este vivero es la excusa para poder acercarnos a las personas, ya sean niños, niñas y adolescentes, como también jóvenes, adultos y adultos mayores, escucharlos y atender sus demandas”, indicó.

La trabajadora social Paola Colazo explicó que se trata de “un espacio de encuentro donde cada uno tiene mucho para dar y se puede trabajar entre todos en pos de los derechos universales de la salud, la educación, de la participación, de poder estar juntos”.

“Es un momento de construcción de algo grande que es para todos, es para Villa Constitución; un lugar donde cada uno que se sienta llamado a encontrarse con la naturaleza, a sanar desde la naturaleza, está invitado a formar parte de este proyecto”, dijo Colazo, para luego agregar que “si bien hay profesionales, acá lo más importante es la comunidad, que esperamos se pueda sentir contenida en este lugar de puertas abiertas”.

Las personas interesadas en el proyecto se pueden sumar los martes por la mañana. También es posible contactar a los coordinadores a través de las redes sociales, donde se lo encuentra como Vivero Terapéutico Villa Constitución.

El psicólogo Néstor Daniel Marzetti explicó que “la idea es que podamos encontrarnos desde nuestros lugares sanos”. “Acá vienen chicos y chicas con distintas problemáticas, como violencia de género, consumos problemáticos, pero no es un espacio estrictamente terapéutico. Acá vienen todos y vamos aprendiendo de cada uno de nuestros saberes. Es una experiencia que termina siendo fantástica porque, a través de la tierra, nos sanamos, creamos lazos y vínculos comunitarios, es un lugar de pertenencia y crecimiento”, afirmó.

Entrevistamos a los profesionales del CAPS Luzuriaga: María Eugenia Aragón (psicopedagoga), Paola Colazo (trabajadora social) y Néstor Daniel Marzetti (psicólogo).

La huerta orgánica

A partir de su experiencia personal, Sergio Breccia colabora con su conocimiento en el desarrollo de la huerta, aunque también se lo observa muy activo en cada encuentro. Va y viene por el predio, enseña, ayuda y acompaña a los chicos y chicas que participan de esta experiencia.

“El movimiento es contaste. No se para un momento. Hay que trasplantar, sembrar, poner flores. La huerta orgánica demanda un plus de trabajo porque no se usan insecticidas y requiere una diagramación y coordinación”, comentó.

Breccia subrayó que las vecinas y los vecinos están involucrados con el espacio. “Participan y hacen su aporte, ya sea con la materia orgánica para el compost, botellas y elementos para reciclar, cuidan el lugar, todos participan y están muy comprometidos”, manifestó.

Sergio Nazareno Breccia cuenta la experiencia de la huerta orgánica.

El compromiso de la Parroquia

El Padre Augusto Notario se mostró sorprendido por el rápido crecimiento del espacio. “Nunca pensé que se iba a sumar tanta gente y la verdad es que vienen muchas familias y, sobre todo, niños. Ahí vemos la necesidad de un lugar de contención y de encuentro en un mundo medio complicado, donde nos desencontramos y encima transitamos una pandemia”, expresó.

La esquina cedida por la Iglesia se llenó de vida, colores y movimiento. “Este era un predio de la Parroquia de Fátima que estuvo muchos años en desuso y por eso decidimos convocar, empezar a hacer presencia y utilizar el lugar. Así llegó la propuesta del vivero y la huerta para aprender a usar los recursos de la tierra y, al mismo tiempo, acompañarnos y empezar a hacer un camino juntos como comunidad”, señaló el Padre Augusto

“Estoy sorprendido por la cantidad de gente que se sumó”, comentó el Padre Augusto.

El poder del arte

En un enorme tablón se destacan los trabajos del día: latas decoradas y reconvertidas en macetas por las niñas, los niños y adolescentes que participaron en el taller de arte coordinado por Patricia Rodríguez Salviría y Candela Salviria. “Desde la Dirección de Cultura fuimos convocadas al Vivero Terapéutico para realizar actividades artísticas que tengan que ver con la huerta. Hoy reciclamos latas, también hicimos un mural y un taller de cerámica para decorar el tanque de agua con la técnica de mosaiquismo. Para cada martes se programan distintas propuestas que relacionan la naturaleza y el arte, que están íntimamente ligados”, explicó Patricia.

“La idea es que el arte pase a ser cotidiano y que hagamos propio estos elementos para quererlos y cuidarlos”, sintetizó.

Patricia Rodríguez Salviria, coordinadora del Taller de Arte.

Reconocimiento del Concejo Municipal

Por iniciativa de la concejala Alejandrina Borgatta y con el voto unánime del Concejo Municipal de Villa Constitución, el Vivero Terapéutico de Barrio Luzuriaga fue declarado “de Interés Social”.

“Es un espacio que abraza a sus asistentes con el calor de una familia, los ayuda a reinsertarse y pone en valor todas sus virtudes, se encuentran desde lugares sanos a través de tareas de huerta que fomentan el cooperativismo, los lazos interpersonales, la solidaridad”, destacó Borgatta.

“Celebramos la trascendencia social que está tomando este espacio que hace de nuestra ciudad, un lugar mejor. Gracias a todo su equipo de trabajo, de corazón”, expresó.

La entrega de reconocimientos, promovida por la concejala Alejandrina Borgatta, se formalizó el miércoles pasado, en el inicio de la sesión ordinaria que tuvo lugar en la Biblioteca Popular “María Perrissol”.