La concejala justicialista plantea la necesidad de aplicar a nivel local los mismos principios rectores que se establecen en la legislación provincial y nacional, sin que esta norma municipal propicie “una caza de brujas”, como ocurre en otras localidades.
En la sesión del miércoles pasado, la concejala Florencia Ferreyra (Bloque Justicialista) presentó un proyecto de Ordenanza sobre la Ética Pública Municipal, con 28 artículos y una extensa fundamentación legal y jurídica.
“La intención es plasmar a nivel local muchos de los principios rectores de las normas que se establecen en la ley de ética pública provincial y nacional, ya que la única norma que tenemos a nivel local sobre la ética y la transparencia de los funcionarios públicos municipales es la Ordenanza 2281, que data de 1998, que determina el deber de la presentación de declaraciones juradas patrimoniales, muchas veces incumplida por algunos funcionarios”, señaló Ferreyra.
“En el 2006 existió un proyecto para regular la ética en las funciones municipales, presentado por el entonces concejal Alegre, pero pasó al archivo dos años después. También nosotros, desde este bloque, trabajamos el tema de la ética pública que nos llevó a una ordenanza sobre la designación de los representantes municipales en los entes autárquicos”, agregó la legisladora, para luego indicar que, desde aquel proyecto presentado por el Dr. Alegre, devinieron las sanciones de las leyes provincial y nacional que, “si bien rige para todos los funcionarios públicos como deberes imperativos, me parece apropiado legislar a nivel local y ver cómo se puede articular un mecanismo de acción para que la ética no quede en el plano discrecional de cada uno sino que sean deberes legales en el orden local y que, al mismo tiempo, no se convierta en una caza de brujas como ocurre con la legislación en otras localidades”.
La iniciativa de la concejala Ferreyra pasó a la Comisión de Gobierno del Concejo Municipal para su análisis.