“La política necesita futuro, esperanzas, proyectos ambiciosos y transformar la realidad, porque no basta con las intenciones, ni los discursos”, afirmó el gobernador.
El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, inauguró este martes el nuevo edificio del hospital Iturraspe de la ciudad de Santa Fe, que demandó una inversión oficial superior a los 2.200 millones de pesos.
Con 260 camas en un edificio moderno y superador a la actual estructura edilicia, el nuevo Iturraspe abarca una superficie de 30 mil metros cuadrados. Está ubicado en Blas Parera y Gorriti, una zona estratégica del norte de la ciudad.
“Es un orgullo poder estar inaugurando esta obra en un tiempo donde la palabra de la política está tan devaluada. Dijimos que íbamos a hacer cinco hospitales nodales y ya hay dos inaugurados, otro que vamos a inaugurar este mes (en Reconquista) y los otros dos, en Rafaela y Rosario, que vamos a dejar encaminados para que puedan ser inaugurados por el próximo gobernador. También dijimos que íbamos a hacer 80 Centros de Atención Primaria y ya vamos por más de 100 en toda la provincia”, afirmó Lifschitz.
“El nuevo edificio del hospital Iturraspe es el más moderno de la Argentina, y lo va a ser por muchos años, tanto por su arquitectura, diseñada para la medicina del siglo XXI, como por todo su equipamiento. Es un verdadero lujo, y no un lujo para pocos, sino un lujo para todos, para el pueblo de Santa Fe”.
“Quiero recuperar el valor de la política que transforma la realidad, porque gobernar no es solo administrar las cosas que ya están, tratando que funcionen lo mejor posible. Con eso no alcanza, la política necesita futuro, sueños, esperanzas, proyectos ambiciosos y transformar la realidad, porque no basta con las intenciones, ni los discursos”.
En cuanto a la inversión en tecnología, los recursos oficiales no solo fueron destinados a su construcción sino también a la adquisición de equipamiento y tecnología de última generación, que garantizarán una atención de altísima complejidad y calidad. Por ello, al tomógrafo que ya había en el anterior edificio se suma otro; también un resonador magnético de alto campo y más ecógrafos.
Y se incorpora radiología digital directa, lo que evita el revelado de placas y posibilita que las imágenes digitales pueden subirse compartirse por internet o intranet y verse desde cualquier lugar. En este caso el impacto es doble: en lo ambiental y en acceso remoto a los estudios de imágenes.