El proyecto de Ordenanza fue presentado por Alejandrina Borgatta, concejal del Frente Justicialista / Unidad Ciudadana. Se colocaría en el espacio público ubicado en calle Belgrano, entre Av. Pte. Perón (Chapuy) y la cortada 16 de Marzo.
En la sesión ordinaria del miércoles pasado, la concejal Alejandrina Borgatta fundamentó su proyecto de Ordenanza para “instaurar el Banco Rojo, a través de Dirección Municipal de Género e Igualdad, en memoria de las víctimas del modelo de dominación patriarcal y de su devastador instrumento ejecutor que es la violencia de género”.
“En el país muere una mujer cada 23 horas en manos de un femicida”, señaló. “Y no tenemos que tener miedo en decir que el 17 por ciento de esos femicidios son generados por integrantes de las fuerzas de seguridad. Por eso consideramos que, más allá de las intervenciones culturales que son importantes porque generan un proceso de concientización, también es importante la inversión pública por parte del Estado en este tipo de políticas”, manifestó Borgatta desde su banca.
“Estamos convencidas que si no tenemos en nuestro país una reforma judicial que incluya la perspectiva de género, lamentablemente estos números van a ir aumentando. Necesitamos que nuestros jueces y fiscales realmente tengan una capacitación en género y que cada una de las acciones y resultados sean positivos para nuestras compañeras”, añadió.
Banco Rojo: símbolo de la lucha
La propuesta sugiere la instalación de un Banco Rojo en el espacio público de calle Belgrano, entre Av. Presidente Perón y 16 de Marzo. El mismo llevaría la siguiente inscripción: “En memoria de todas las mujeres víctimas de femicidas y de una violenta cultura patriarcal”.
En el proyecto se explica que “el Banco Rojo forma parte de una campaña nacida en Perugia, Italia, y replicada en distintas partes del mundo como una forma de sensibilizar, socializar, concientizar y reflexionar junto a la comunidad sobre la problemática de la violencia de género y los femicidios, alcanzando a nuestro país con sus repercusiones”.
“El Estado debe promover estos puntos de encuentro de construcción cultural hacia una sociedad igualitaria, además de mantener viva la memoria de las víctimas de violencia de género en pos de Justicia, tanto en las acciones fácticas del Poder Judicial como en la construcción de la memoria social”, sostiene Borgatta.