Una lluvia intensa en pocas horas y ráfagas de viento se conjugaron para sumir a la ciudad en las complicaciones habituales cuando ocurren tormentas fuertes: anegamiento de calles y riesgo por la caída de árboles, ramas, carteles, columnas y cables.
El saldo de la copiosa lluvia de las últimas horas fue de una docena de árboles y ramas caídas en distintos puntos de la ciudad, y una gran cantidad de llamados para denunciar los anegamientos frente a las viviendas de los vecinos. Afortunadamente no se reportaron personas heridas ni daños mayores.
El desafío de las cuadrillas municipales ante el panorama este sábado era resolver cada situación de cara a un pronóstico que insiste con tiempo inestable y probables precipitaciones en las próximas horas, aunque de menor intensidad.
El personal de Protección Civil trabaja intensamente para el despeje de una importante cantidad de ramas y algunos árboles que cayeron en algunos barrios y en la zona céntrica, donde un ejemplar de la plaza central se precipitó sobre la calle Rivadavia, a pocos metros de Yrigoyen.
Otras localidades de la región también sufrieron los embates de la tormenta que afectó a toda la zona central del país. No se descarta la ocurrencia de nuevos fenómenos.