“El Gobernador tiene que patear el tablero y oponerse a la liberación de importaciones”

La Provincia

El diputado provincial Carlos del Frade, del bloque Frente Amplio por la Soberanía, expresó una dura crítica hacia las políticas nacionales y provinciales en torno a la situación de Acindar y la industria metalmecánica en Santa Fe. En declaraciones recientes, exigió que el gobernador Maximiliano Pullaro asuma una postura firme frente a lo que calificó como un “saqueo planificado” que favorece a intereses económicos concentrados.

Del Frade recordó que, a principios de año, ya había advertido sobre las consecuencias de priorizar al Grupo Techint en la obra pública. Según el legislador, esta decisión implicó que otras empresas, como Acindar, quedaran relegadas, lo que derivó en suspensiones rotativas de trabajadores y una crisis que hoy afecta a más de 1.000 familias directamente vinculadas a la planta de Villa Constitución.

“El Estado no está siendo demolido, como dice el Presidente, sino que se está poniendo al servicio de sectores concentrados y extranjerizados, como Techint y ArcelorMittal. Esto no es una crisis, es un saqueo planificado”, enfatizó el diputado.

Del Frade presentó un proyecto de declaración en la Legislatura para manifestar su profunda preocupación por la situación de Acindar y sus consecuencias en la economía local. “Además de las suspensiones, la política de apertura de importaciones está destruyendo talleres y pequeñas industrias que dependen directamente de Acindar. Es un verdadero industricidio”, afirmó.

El legislador también instó al gobierno provincial a utilizar su peso político para frenar estas políticas nacionales. “El gobernador tiene que patear el tablero y oponerse a la liberación de importaciones, porque está generando un saqueo de nuestra industria. No puede seguir adhiriendo a programas como el régimen de incentivo de grandes inversiones (RIGI), que solo favorecen a los grandes grupos económicos”, sostuvo.

Finalmente, Del Frade advirtió que, si no se toman medidas concretas, lo ocurrido en Acindar podría replicarse en otras empresas metalmecánicas de la provincia. “Santa Fe necesita una política diferenciada que defienda a nuestras industrias y a las familias que dependen de ellas”, concluyó.