Abrir un negocio en Villa Constitución, lejos de ser un trámite accesible, se convirtió en un enorme desafío que agota a emprendedores, comerciantes y contadores. A pesar de las reiteradas promesas del gobierno local de agilizar y actualizar los procesos, los comerciantes continúan enfrentando barreras administrativas que frenan el desarrollo económico de la ciudad.
Los reclamos, tanto desde el sector privado como desde el ámbito legislativo, señalan a la gestión del intendente Jorge Berti y al secretario de Finanzas y Administración, Mauro Puccini, como responsables de una evidente falta de decisión política para resolver esta problemática.
Una de las principales trabas para habilitar un local comercial en Villa Constitución es el exceso de requisitos que se solicitan, muchos de los cuales, según comerciantes y profesionales, son innecesarios o redundantes. Por ejemplo, detalles mínimos como la certificación de firmas en contratos de alquiler o errores en códigos de actividad, generan demoras increíbles. Además, la burocracia obliga a los emprendedores a realizar trámites presenciales, soportando largas esperas y múltiples idas y vueltas entre oficinas municipales.
En palabras de un contador local: “La ordenanza actual pide tantas cosas que, muchas veces, el comerciante termina desistiendo de habilitar su local. Todo eso es frustrante y costoso. Y lo peor es que la situación no mejora porque nadie toma las decisiones necesarias para cambiar este sistema obsoleto”.
El panorama es especialmente complejo para los pequeños comercios, que deben cumplir con normativas pensadas para industrias más grandes.
Otro punto crítico es la falta de digitalización de los trámites. Mientras otras localidades implementan plataformas online que simplifican y aceleran los procesos, en Villa Constitución todo sigue siendo en papel. Esto no solo ralentiza los trámites, sino que aumenta las posibilidades de errores y pérdidas de tiempo.
El Centro Comercial, Industrial y de la Producción (CCIP) de Villa Constitución ha planteado en repetidas ocasiones la necesidad de modernizar el sistema, pero las respuestas del Ejecutivo Municipal siempre fueron limitadas. “La Municipalidad tiene los recursos técnicos y financieros para implementar un sistema digital, pero parece faltar voluntad política para hacerlo”, agregó un comerciante en una reciente reunión.
A esto se suma la falta de capacitación del personal municipal, donde las decisiones parecen depender más del criterio individual del empleado de turno que de una normativa clara. Aunque muchos trabajadores cumplen con sus funciones, las demoras se agudizan cuando algunos empleados aplican criterios dispares o poco claros. Sin embargo, estos problemas no son más que síntomas de una gestión que no brinda el marco adecuado para que el personal desempeñe su labor de manera eficiente.
El rol del Ejecutivo y el Concejo Municipal
Las críticas también alcanzan al Concejo Municipal, donde los intentos de revisar y modernizar la normativa no prosperan. Según los empresarios locales, esto se debe a una combinación de falta de liderazgo y cierta “soberbia” por parte de las autoridades. En palabras de un comerciante: “Pareciera que las decisiones políticas están más orientadas a mantener las cosas como están que a mejorar.”
La falta de diálogo entre el Ejecutivo y los sectores productivos genera un círculo vicioso: las quejas se acumulan, pero no hay acciones concretas para resolver los problemas. “Hace años que estamos pidiendo que se ajusten los requisitos, que se eliminen los trámites innecesarios y que se facilite el proceso para quienes queremos trabajar en regla. Pero no hay respuestas”, agregó un empresario del sector gastronómico.
¿Es posible un cambio?
Según los contadores consultados por este medio, la solución es clara: una depuración de la ordenanza vigente, la digitalización de los trámites y una capacitación integral para el personal municipal. Estas medidas no solo reducirían las demoras, sino que también impulsarían la economía local al facilitar la apertura de nuevos comercios.
La implementación de un sistema digital permitiría a los comerciantes cargar toda la documentación requerida desde su casa, agilizando los procesos y evitando las largas esperas en las oficinas municipales. Este modelo ya funciona con éxito en ciudades cercanas, como San Nicolás, lo que demuestra que no se trata de un desafío técnico insuperable.
Sin embargo, para que esto ocurra, es necesario que el Ejecutivo Municipal tome las riendas de la situación y destine los recursos necesarios. Asimismo, el Concejo Municipal debe asumir su rol de articulador, trabajando en una normativa que responda a las necesidades actuales de los emprendedores.
El impacto en la ciudad
La inacción no es gratuita. Cada negocio que no logra habilitarse representa menos empleo, menos ingresos para la ciudad y menos oportunidades para los vecinos. En un contexto económico complejo, Villa Constitución no puede permitirse seguir perdiendo tiempo y recursos por falta de decisiones políticas.
El intendente Jorge Berti y su secretario Mauro Puccini tienen en sus manos la posibilidad de revertir esta situación. Pero el tiempo apremia. Si las autoridades no actúan, seguirán siendo responsables de un sistema que desalienta la inversión y frena el desarrollo económico de Villa Constitución.
La pregunta, entonces, es inevitable: ¿hasta cuándo los comerciantes deberán cargar con el peso de una burocracia ineficiente?
Alejandro Iuliani es periodista, actor y director teatral; editor del diario digital El Tigre de Papel y director de Radio X, de Villa Constitución (Santa Fe), emisora integrante de Cadena Regional.