Los vecinos denunciaron un fuerte olor proveniente de un campo lindero, donde se almacenaban tambores con residuos peligrosos. Desmienten la existencia de agroquímicos. Los Bomberos Voluntarios concluyeron que los envases contenían residuos de procesos de pintura. Las autoridades exigieron la remoción inmediata de los tambores y la presentación de la documentación pertinente. La empresa que opera en dicho predio rural no estaría registrada en la Municipalidad.
El jueves por la noche, los vecinos del barrio Domingo Troilo vivieron momentos de gran preocupación al percibir un intenso olor en el ambiente. Temerosos del posible origen y de las consecuencias que pudiera tener en la salud y en el aire, denunciaron el caso ante las autoridades, indicando que el fuerte olor provenía de un campo lindero al barrio. El episodio generó alarma no solo en el complejo habitacional Fonavi, sino también en los barrios cercanos, obligando incluso a la suspensión de clases en la Escuela Secundaria N° 348 “Tomás Guido” y en la Escuela Primaria N° 1260 “Valentín Antoniutti”, ambos establecimientos ubicados dentro del barrio Domingo Troilo.
Ante la denuncia, se hicieron presentes en el lugar Bomberos Voluntarios, efectivos policiales y agentes municipales, quienes comprobaron que el olor emanaba de tambores de almacenamiento de 200 litros de capacidad. Tras las pericias realizadas por Bomberos, se determinó que estos contenían sustancias peligrosas, presumiblemente residuos de procesos de pintura como solventes, alcohol y/o resina.
El predio en cuestión, ubicado a escasos metros de la Escuela N° 348, se encuentra registrado como parte del padrón rural. Sin embargo, ninguna empresa inscribió la operatoria, que aparentemente consiste en la compra de tambores de almacenamiento que son dejados en este depósito temporal, para luego ser transportados a una fábrica donde los envases vacíos se utilizan como chatarra en el proceso de producción.
Es importante destacar que esta operatoria requiere de documentación respaldatoria que garantice la trazabilidad de los residuos peligrosos, especialmente porque es obligatoria la descontaminación de los recipientes antes de venderlos. Además de la inscripción en el Registro Nacional de Generadores y Operadores de Residuos Peligrosos, la empresa debe contar con habilitación municipal para el rubro, estudio de impacto ambiental y una declaración jurada anual ante Ministerio de Ambiente de Santa Fe.
Según informaron las autoridades, dicha documentación no fue presentada durante la inspección de anoche, a pesar de que el Municipio ya había emitido varios requerimientos en ocasiones anteriores, sin obtener respuestas. Ante esta situación, el gobierno local volvió a notificar a la empresa, otorgándole un breve plazo perentorio para presentar la documentación correspondiente. Si no se recibe una respuesta adecuada o si la documentación entregada es insuficiente, el Municipio podría proceder a la clausura del predio.
Aunque las autoridades aseguraron que no se verificó el derrame de sustancias peligrosas en el suelo, sí se constató la emisión de vapores. Las normativas vigentes exigen que estas sustancias sean almacenadas bajo un sistema de contención adecuado y con la documentación pertinente, lo cual no se cumplió en este caso.
Los responsables del predio fueron intimados a retirar todos los tambores almacenados, una medida que se cumplió esta mañana. Sin embargo, la comunidad sigue atenta a la situación, ya que la empresa está obligada a presentar toda la documentación sobre la trazabilidad de las sustancias peligrosas almacenadas en el lugar.