La planta de ArcelorMittal Acindar en Villa Constitución anunció una nueva paralización debido a la fuerte caída en la demanda de acero. Esta suspensión se suma a la ya implementada meses atrás. Actualmente está cerrada la planta Alambres y se espera que próximamente otros sectores de la empresa se vean afectados.
Desde el sector sindical expresaron una profunda preocupación por esta situación, que califican de inédita. “Nunca recordamos una parada de tal magnitud. Estamos apuntando a terminar con 650.000 toneladas anuales, una caída significativa respecto a las 1.100.000 del año pasado, que ya de por sí no fue un año bueno”, indicaron.
El impacto de la recesión y las políticas económicas implementadas por el Gobierno nacional son mencionados como factores determinantes en esta crisis. “Advertimos que esto podía pasar. La recesión y las políticas del gobierno nos golpean duramente. La reducción de la obra pública y privada, y la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, que no podemos ni comprar un clavo, hicieron que el negocio del acero no sea rentable”, señalaron los dirigentes sindicales, quienes además expresaron su enojo y frustración ante lo que consideran una falta de acción y transparencia por parte de la empresa. “Acindar debería denunciar la situación. Sin embargo, parece que buscan provocarnos para llevarnos a un conflicto. Estamos revisando un acuerdo de suspensiones porque no están cumpliendo totalmente lo acordado”, afirmaron.
La situación se agrava con la reducción a cero de personal contratado y la implementación de un esquema de suspensiones que afecta a los trabajadores efectivos. “Prácticamente no quedan contratados. El año pasado teníamos casi 200, hoy no hay ninguno. Los puestos de trabajo se pierden y esto afecta a la ciudad de Villa Constitución”, explicaron desde la UOM.
A pesar de haber alcanzado un acuerdo de suspensiones, los representantes de los trabajadores advierten que la empresa podría estar preparando una reducción más profunda de la plantilla, tanto de empleados propios como de contratistas. “La empresa está mostrando una cara distinta puertas afuera, pero quiere reducir plantillas para prepararse para competir globalmente, porque puede entrar acero de China, lo que es preocupante”.
Los sindicalistas no descartan la posibilidad de medidas de fuerza como respuesta a la situación. “Estamos evaluando algunas medidas para mostrar nuestra disconformidad. No podemos seguir siendo la variable de ajuste. Creemos que en esta etapa, la empresa debería acompañar a los trabajadores como nosotros lo hemos hecho durante muchos años”, indicaron.