Desde el movimiento social señalan que el gobierno nacional “anunció una ayuda limitada para monotributistas y cuentapropistas, y un amplio paquete para empresarios”. “No es la misma vara”, advierten.
Damián Blanco, referente regional del Polo Obrero, está en contacto permanente con los trabajadores informales y recicladores urbanos que forman parte de este movimiento en Villa Constitución, entre quienes el reclamo es preocupante: “No podemos salir a trabajar y no nos alcanza para darle de comer a nuestras familias”.
El panorama se complica aún más por la falta de alimentos en los comedores barriales que sostiene el Polo Obrero. “Están faltando muchos insumos y hace varios días que los chicos y las chicas solo pueden comer arroz y fideos”, señaló Blanco.
Con respecto al anuncio de un bono de 10 mil pesos para monotributistas y trabajadores no registrados, el Polo Obrero considera que “el gobierno nacional ha salido tardíamente a ofrecer una respuesta, por demás insuficiente, para los millones de personas que se encuentran entre el universo de los más afectados por la crisis del coronavirus y sus consecuencias económicas”.
“Se trata del amplio espectro de monotributistas, autónomos y trabajadores informales, que durante la cuarentena ha visto mermar sus ingresos de forma drástica. La medida anunciada consta de un subsidio económico de $10.000 destinado a, supuestamente, unos 3.6 millones de hogares, lo que representa un ingreso que importa sólo un 60% del Salario Mínimo, Vital y Móvil, colocando a los destinatarios en la indigencia”, advierte el sector.
Además subrayan que “el subsidio se percibiría recién en el mes abril”. “Se trata de un reclamo que se ha extendido entre los trabajadores comprendidos y al que el gobierno ahora responde parcialmente con una medida de corto alcance”, opinan desde el Polo Obrero.
“Sólo podrán acceder a estos $10.000 quienes en sus hogares no cuenten con ningún otro ingreso, de la naturaleza que fuera. Así, si uno convive con un familiar que percibe la jubilación mínima o es beneficiario de un programa social ($8.500), quedaría por fuera de la cobertura del Estado. Una discriminación criminal en días donde los bienes de primera necesidad, alimentos, medicamentos y productos sanitarios, adquieren un carácter indispensable para la supervivencia de la población. De allí que la cifra de unos 3.6 millones de beneficiarios –sólo entre monotributistas y autónomos se estaría arrimando a esos guarismos- diste mucho de los millones de trabajadores y trabajadoras afectados, más aún con un 40% de trabajo informal y franjas enteras de la población en la desocupación y la pobreza”, expresó el Polo Obrero en un comunicado.
“De entre los monotributistas sólo se encuentran comprendidas las categorías más bajas (A y B) dejando por fuera otras que están lejos de contar con un respaldo económico para poder afrontar los tiempos actuales. Tampoco se han implementado otras medidas como la bonificación del 100% del monotributo lo que redunda en una quita sobre los magros montos que percibirían los mismos”, indican.
En otro párrafo advierten que “tampoco se ha dicho palabra sobre la cobertura sanitaria para monotributistas. Resulta crucial destacar que la gran mayoría de obras sociales rechazan cubrirlos, a pesar de que el pago de este componente les es ineludible. Ni hablemos de aquellos que, ahogados por la crisis, no se encuentren al día con los pagos. Desamparo absoluto que se agrava en este contexto de emergencia sanitaria”.
Por otra parte, observan que “el subsidio del gobierno para este sector de trabajadores contrasta fuertemente con las medidas implementadas para rescatar a las patronales”.
“A los empresarios se les ha concedido exenciones en las contribuciones patronales para los sectores más afectados; créditos blandos por un total de $350 mil millones; y la ampliación de los programas Repro, que sirven a las veces de un subsidio directo a las patronales. A su vez, el gobierno nacional les ha garantizado a los capitalistas las mayores libertades para vulnerar la cuarentena obligatoria, haciendo ir a trabajar a sus empleados por fuera de los servicios esenciales; mientras ha sido inflexible con los monotributistas y cuentapropistas que no tienen más remedio que salir a trabajar para poder ganarse un sustento económico”, manifiestan desde el Polo Obrero.
El comunicado, difundido en las últimas horas a través de Prensa Obrera, finaliza con un pedido: “Ante la grave situación que padece el pueblo trabajador y ante la vulnerabilidad de los sectores más afectados por esta crisis, seguimos exigiendo: seguro económico de $30.000 para monotributistas, autónomos, cuentapropistas y desocupados: suministro de alimentos e insumos sanitarios a los barrios y las familias que se encuentran en la pobreza; prohibición de despidos y suspensiones, y licencia con goce de sueldo para los trabajadores en cuarentena; cobertura de obra social y acceso a la salud sin ningún condicionamiento”. “Defendamos los intereses de los trabajadores ante la crisis y no el de los patrones y el capital financiero”, concluye el documento.