Sumó 132 votos afirmativos. El Frente de Todos rechazó y la Izquierda se abstuvo. En la Cámara alta el oficialismo tiene mayoría y podrían trabar el tratamiento.
Una coalición de bloques opositores logró este miércoles por la noche dar media sanción al proyecto de Boleta Única de Papel (BUP), con 132 votos en la Cámara de Diputados, a pesar del fuerte rechazo del Frente de Todos y sectores de izquierda.
La mayoría de los positivos se conformó con los votos de Juntos por el Cambio (115), el Interbloque Federal (8), Juntos Somos Río Negro (2), Avanza Libertad (2), La Libertad Avanza (2), Ser (2), y el Movimiento Popular Neuquino, (1). El oficialismo y los diputados de la izquierda no acompañaron.
El proyecto ahora será remitido al Senado, donde el Frente de Todos tiene mayoría. La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner rechaza la iniciativa pero tres miembros del oficialismo, el jujeño Guillermo Snopek, el correntino Carlos Espínola y el entrerriano Edgardo Kueider, en el pasado se han manifestado en favor de la implementación de la boleta única.
En este marco, incluso no se descarta un eventual veto presidencial. La oposición también advierte que el proyecto podría ser “dormido” en comisión como ocurrió con la reforma electoral de 2016.
Áspero debate en Diputados
Con paridad de fuerzas entre oficialismo y oposición, el debate en la sesión reflejó la división de aguas que genera la BUP, que entre otras disposiciones establece que los electores podrán elegir una lista completa marcando en un solo casillero, y permite el proceso de simultaneidad y concurrencia en las provincias, para que cada jurisdicción tenga la libertad de adherirse o no al sistema nacional.
La peronista opositora Graciela Camaño se disponía a cerrar su discurso para defender la Boleta Única cuando asestó un golpe de efecto visual ineludible. Extendió un rollo de unos 12 metros de largo, por encima de una veintena de bancas. Quería mostrar el espacio que ocupan las tradicionales boletas partidarias en un cuarto oscuro en Moreno, en el conurbano, una al lado de la otra.
“No teníamos fuerza propia para imponer este proyecto. Desde distintas pertenencias partidarias, pero con el objeto de mejorar el sistema, surgió un enorme consenso fruto de este quórum y que gracias a Dios hoy estamos discutiendo”, dijo el diputado Miguel Nanni, miembro informante del JxC que abrió el debate, explicitando el esfuerzo que tuvo que hacer la oposición para abrir el debate.
Antes de cerrar, Nanni aprovechó para cuestionar al oficialismo: “Mientras nosotros buscamos con una reforma darle más seguridad al sistema y economizar fondos que no tenemos, andan dando vuelta proyectos para ampliar la Corte Suprema, con los costos y la degradación institucional que ello acarrea”.
La primera estocada oficialista corrió por cuenta de Hernán Pérez Araujo, legislador del FdT que condujo el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, donde se discutió la iniciativa de boleta única antes de llegar al recinto luego de un emplazamiento que votó hace un mes una mayoría de 132 votos opositores. El diputado calificó de “aparente nueva mayoría” el quórum conseguido con lo justo por el acuerdo opositor y señaló: “Llevarnos de las narices es una facultad que nos otorga el reglamento a las mayorías, está bien. Nosotros dijimos que nos sentíamos encorsetados y nos hemos sacado el corset. Ahora vemos que esta reforma viene saliendo con forceps. No es natural, no hay un consenso”.
Uno de los discursos más resonantes en el Cámara fue el del diputado chaqueño por el oficialismo Aldo Leiva, que llamó a Iglesias de “imbécil” y “personaje”. “Afuera apenas hay dos agentes de policía, cuando a la gente le interesan los temas está acá”, dijo para cuestionar que la iniciativa opositora no es prioridad en una coyuntura de crisis económica. “¡Este tema solo le interesa al frente juntos por el odio y el resentimiento!”, ironizó entre gritos, y aseguró: “A la gente le interesa como llegar a fin de mes, y nosotros estamos trabajando para eso”.
Otro cruce fue el que protagonizaron la camporista Paula Penacca con Emiliano Yacobitti, ladero de Martín Lousteau. “Esta sesión ha sido un gran haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”, dijo Penacca recordando una elección porteña con boleta electrónica en la que el ministro de Economía había cuestionado el sistema de votación y lo acusó de haber hablado de “fraude”.
“Es falso que Martín Lousteau hizo una denuncia de fraude, no estábamos de acuerdo con el voto electrónico”, le respondió al instante Yacobitti, pidiendo la interrupción del discurso de un colega de banca. “Nos quejamos porque se había agrandado el voto en blanco con la complicidad de ustedes (por el kirchnerismo), porque tenían la intención de que se pueda manipular el resultado”.
Además de las polémica, durante el debate también hubo cambios de posturas con respecto a la sesión de principios de mayo. La diputada de izquierda Romina del Plá, que había apoyado el emplazamiento, rechazó en el recinto acompañar el proyecto, en sintonía con sus compañeros de bancada. Reclamó “un financiamiento total del Estado y que haya prohibición de un financiamiento prohibido”, y cuestionó el dictamen de mayoría porque “deja en manos de los jueces electorales un montón de resoluciones de la Boleta Única de Papel, lo que genera un alto grado de discrecionalidad y se induce el voto a lista completa”.
Otro de los legisladores que cambió su postura fue Rolando Figueroa, del Movimiento Popular Neuquino, cuya postura era incierta hasta el debate. En el hemiciclo dijo que apoyará la BUP, por lo su votó completó el número de 132 avales. El cambio de instrumento electoral “da la posibilidad de que exista oferta política para todas las personas que quieren ser candidatos, que no cuentan con aparatos”, argumentó el diputado, y aseguró: “Este debate nos va a empujar hacia un sistema mejor que el vigente”. Sin embargo, rechazó que el diseño de la boleta única contemple la posibilidad de votar una lista completa y exigió que se cambie en el Senado: “Estamos a favor de este paso que estamos dando, pero creemos que en la modificación nos estamos quedando a medio camino”.
La posición del Socialismo
El diputado santafesino Enrique Estévez sostuvo que el proyecto de Boleta Única “viene a fortalecer nuestra vida democrática, la de nuestras instituciones, y queremos valorar esta idea de consenso y de diálogo necesario en nuestro país”.
“Hay muchísimos proyectos presentados por el Socialismo que están vinculados a la BUP, pero quiero destacar la forma en que se construyó este proyecto, ya que se trabajó incansablemente, aún sin pensar lo mismo y con distintas miradas, pero compartiendo un diálogo que se basó, no en nuestra conveniencia particular, sino en un principio que entendemos como muy importante y trascendente que es la confianza en la cual se basa un sistema democrático y una confianza democrática”, manifestó.
“Venimos a mejorar la confianza que los ciudadanos y las ciudadanas tenemos que tener en nuestro instrumento e votación Creemos que la Boleta Única Papel es un instrumento superador, más equitativo y transparente, que tiene más garantías para las propuestas políticas pero también, a la hora de votar, para los ciudadanos y las ciudadanas. Por eso este es un debate trascendente, que no obstaculiza otras discusiones muy importantes también en este tiempo”, expresó el legislador socialista.
Un final encendido, sin Massa ni Máximo
Hacia el final del debate, el clima dentro del recinto entró en ebullición. El momento más tenso fue cuando la diputada Silvia Lospenatto por el PRO quería dar el último discurso opositor, pero la bancada oficialista la interrumpía. “¡No me van a callar. Aunque no les guste, lo conseguimos!”, gritó golpeando su escritorio, cuando desde el FdT hacían bulla para que no se escucharan sus palabras.
“Se le fue la sesión de las manos”, le dedicó entonces Germán Martínez, jefe del bloque oficialista, al macrista Omar De Marchi, vicepresidente primero del cuerpo y quien presidió el debate por el viaje de Sergio Massa a Estados Unidos con Alberto Fernández.
Además del tigrense, también se ausentó en el recinto Máximo Kirchner, como varios de los 118 diputados oficialistas. Aunque solo se sentó en su banca para votar, el hijo de la vicepresidenta igualmente permaneció toda la jornada en el edificio del Congreso, según indicaron periodistas acreditados.
Ultimo orador de la noche, el santafesino Martínez dijo que la extensa boleta que mostró Camaño “es falsa y nunca existió”. Es una composición práctica, como hace mi hijo Tomás“, bromeó.
Ahora el debate por la BUP pasará al Senado, donde hay peronistas que están a favor de abrir la discusión, aunque en JxC temen que finalmente no acompañen en la votación.