El gobierno ingresará un proyecto por la Cámara de Diputados. Busca equilibrar las subas entre salarios e inflación. “Es electoralista y demagógico”, lo califican inquilinos y propietarios. En el Congreso ya existen otros proyectos que nunca prosperaron.
El gobierno nacional enviará al Congreso un nuevo proyecto de ley de alquileres que ajustará a través del índice de inflación y salarios.
La iniciativa fue trabajada en conjunto por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el secretario de la Vivienda, Iván Kerr y un grupo de legisladores oficialistas, liderados por Daniel Lipovetzky, titular de la Comisión de Legislación General.
Además de limitar los aumentos en los alquileres para vivienda, también se establcerá por ley que no quedarán a cargo del inquilino el pago de honorarios por la intermediación de un corredor inmobiliario, gastos de publicación, certificación de firmas y cualquier otro en el que incurriere el intermediario a efectos de perfeccionar o renovar un contrato.
Los plazos del contrato de alquiler serán por dos años, aunque llegado el día de vencimiento del contrato, la locación se prorrogará obligatoriamente por un año, salvo notificación fehaciente del locador o el locatario manifestando su intención de no renovarlo.
El proyecto de ley para regular el mercado de alquileres busca un efecto positivo en la clase media previo a las elecciones presidenciales, ya que en tratamiento en el Congreso Nacional hay otros proyectos que duermen el sueño de los justos.
La nueva ley de alquileres que impulsa el Gobierno cosechó críticas tanto de los inquilinos como de los propietarios. Desde ambos lados consideran que se trata de una medida “electoralista y demagógica”. Además, desde el sector de propietarios también se mostraron en contra de la extensión de los contratos a tres años, y del punto que establece que los honorarios no podrán estar a cargo del inquilino.
Por último, cabe recordar que, en su momento, los corredores inmobiliarios de la provincia de Santa Fe mostraron reparos a los intentos por regular el mercado en Argentina.