El histórico dirigente sindical falleció este jueves, a los 79 años, como consecuencia de un paro cardíaco. Además de los múltiples mensajes en las redes sociales, se desarrolló un emotivo acto en la plaza central de la ciudad.
El exdiputado nacional Alberto Piccinini, Ciudadano Ilustre de Villa Constitución, histórico protagonista del Villazo (1974) y de la recuperación de la conducción de la UOM local, fue un fiel representante del sindicalismo combativo. Se desempeñó durante varios períodos como secretario general del sindicato metalúrgico de Villa Constitución y, entre otros roles destacados, fue uno de los fundadores de la CTA. También participó como Convencional Constituyente para la Reforma de 1994.
Piccinini se encontraba internado en una residencia geriátrica como consecuencia del avance de la enfermedad neurológica de Alzheimer.
“Lamentamos esta gran pérdida de un líder que desempeñó un papel crucial en la defensa de los trabajadores metalúrgicos como también en la vida de nuestro pueblo”, expresó la comisión directiva de la UOM Seccional Villa Constitución, en un comunicado donde subrayó “su gran carisma, su intuición política y, sobre todo, su sentido inequívoco de la justicia social”.
Desde distintos puntos del país y el mundo, personalidades de la política, del movimiento sindical y de los medios, al igual que compañeros que lo trataron a lo largo de su trayectoria, expresaron su pesar por el fallecimiento y lo recordaron con palabras de hondo respeto y admiración.
Emotivo tributo en la histórica plaza
Tras conocerse la triste noticia del fallecimiento de “Pichi”, la Mesa Memoria, Verdad y Justicia de Villa Constitución convocó a un acto público para rendirle homenaje en la Plaza de la Constitución, el mismo sitio donde el 16 de marzo de 1974 fue celebrado el triunfo obrero y popular conocido como “El Villazo”.
Poco después de las 17 horas y con varios interlocutores que espontáneamente tomaron la palabra para evocar la figura del histórico dirigente sindical, el pueblo de Villa Constitución pudo expresar su dolor y respeto, aún en el actual contexto de pandemia donde no fue posible la realización de un cortejo fúnebre o sepelio que, seguramente, hubiera sido multitudinario.
