Un juez entrerriano ordenó al empresario Enzo Mariani restituir 807 hectáreas del Delta del Paraná a la Municipalidad de Rosario. Las tierras habían sido donadas hace 80 años por Carlos Deliot y ocupadas de manera ilegítima. Serán destinadas a la Reserva Natural Los Tres Cerros, un espacio clave para la preservación del humedal.
En un fallo considerado histórico por ambientalistas y autoridades locales, el juez Civil y Comercial de Victoria, Luis Márquez Chada, ordenó la restitución de 807 hectáreas de islas del Delta del Paraná a la Municipalidad de Rosario. Las tierras habían sido ocupadas por el empresario Enzo Mariani, quien alegaba derechos de posesión, pero cuya ocupación fue declarada “de mala fe e ilegítima” por la Justicia entrerriana.
El magistrado rechazó el pedido de “prescripción adquisitiva” presentado por Mariani y reconoció la titularidad municipal de las tierras donadas por Carlos Deliot en la década del 40. El fallo indica que el empresario “no acreditó título legítimo ni el tiempo de posesión exigido por ley”, y que su accionar impidió la concreción de un proyecto ambiental y cultural de interés público.
Desde la organización ambiental El Paraná no se toca, que acompañó la demanda desde hace más de una década, celebraron la decisión judicial. “Es un paso fundamental para liberar los arroyos y restituir el equilibrio ecológico del humedal”, señalaron en un comunicado, y reclamaron el desmantelamiento de los terraplenes levantados para la explotación ganadera.
La causa tiene una extensa historia. En 1999, la Municipalidad de Rosario había anunciado la creación de una reserva natural en esas islas, pero el abandono del predio derivó en su ocupación irregular. A partir de 2012, las denuncias del grupo ambientalista y de concejales locales reactivaron el reclamo judicial, que derivó finalmente en este fallo de primera instancia.
Las 807 hectáreas serán incorporadas a la Reserva Natural Los Tres Cerros, un proyecto impulsado por la Comisión Legado Deliot, que integran el municipio, la Universidad Nacional de Rosario y diversas organizaciones ambientales. El espacio busca preservar la biodiversidad del humedal y recuperar los cauces naturales de los arroyos que fueron interrumpidos por obras ilegales.
Aunque la resolución puede ser apelada, el fallo representa un avance significativo en la defensa del patrimonio público y ambiental. “La Reserva de Los Tres Cerros no se toca”, repitieron los militantes del movimiento ambiental, que ahora reclaman la reparación integral del daño ecológico causado durante décadas en esa zona del Delta.

