En diálogo con Radio X, Ale Becerra, coordinadora del Movimiento Solidario Constitución (MSC), repasó las numerosas actividades que la organización viene desarrollando en Villa Constitución. Se trata de una asociación civil sin fines de lucro que desde hace siete años trabaja con el objetivo de promover la inclusión social, a través de acciones concretas que abordan problemáticas vinculadas a la alimentación, la salud y la educación. Actualmente la sede está ubicada en Av. San Martín 1263.
Entre las propuestas más destacadas se encuentran los talleres de capacitación laboral impulsados en el marco de diversos programas provinciales y municipales. Actualmente, se dictan cursos de repostería, reparación de bicicletas —un oficio tradicional que vuelve a despertar interés en jóvenes—, educación física, estética capilar con foco en colorimetría, y diseño y confección. También se incorporó recientemente un taller de plomería y se está gestionando la llegada de uno de instalación eléctrica domiciliaria junto a la UTN.
“Desde hace un tiempo decidimos trabajar a demanda. Más allá de lo que uno pueda planificar, la realidad en el territorio es otra. Por eso escuchamos a los jóvenes, hacemos encuestas, hablamos con quienes pasan por nuestra vereda, y así decidimos qué talleres ofrecer”, explicó Becerra. Y agregó: “No se trata solo de capacitar. Muchas personas llegan con una necesidad económica urgente, otras buscando independencia, y también hay familias que se acercan para acompañar a sus hijos ante situaciones de consumo problemático. Cada entrevista que hacemos es también un espacio para escuchar y orientar”.
Según destacó la coordinadora del MSC, la organización contempla el ingreso de personas incluso cuando los cupos están completos. “Siempre dejamos un lugarcito más. No queremos que nadie quede afuera de lo que le gusta hacer”, afirmó. Los cursos son totalmente gratuitos y no se requiere experiencia previa; sólo se solicita participar de una breve entrevista, que además sirve como espacio de diagnóstico y acompañamiento.
Junto a las capacitaciones formales, el movimiento también sostiene actividades solidarias y culturales. Tal es el caso del taller de crochet, donde se confeccionan mantas con retazos tejidos por voluntarias, y del taller de folklore, que busca mantener vivas nuestras tradiciones. “Cuando llegamos a nuestro local parecía enorme. Hoy estamos pensando en ampliarlo porque nos quedó chico. Hay actividades todos los días”, contó Becerra.
El espacio cuenta también con una huerta comunitaria y un inmenso jardín, donde gallinas y conejos forman parte del entorno cotidiano y que, según relata Becerra entre risas, a veces se escapan y se comen parte de los cultivos. “Cada rincón de nuestro lugar está lleno de amor. Queremos que quien se acerque se sienta como en su casa”, expresó emocionada.
Además de las actividades permanentes, el MSC organiza propuestas puntuales en fechas especiales, muchas de ellas impulsadas por la docente Paula Grassi. Durante junio, por ejemplo, se conmemoró el Día de la Bandera con actividades infantiles, y se contó con la participación del grupo “Abuelas Cuenta Cuentos”, que promueve la lectura en las infancias.
En el Movimiento Solidario ya se proyectan nuevas propuestas. Aunque Becerra prefirió no adelantar detalles, aseguró que están trabajando para ofrecer más opciones recreativas a niños y niñas, adolescentes y jóvenes.
Otra línea de trabajo se vincula al impulso de microemprendimientos. En este sentido, funciona dentro del espacio el proyecto “Legumbresas”, a cargo de Adriana y Eugenia, que elaboran alimentos saludables a base de legumbres y vegetales, como pastas y pizzas que pueden encargarse de forma particular.
Becerra también hizo hincapié en que el Movimiento Solidario está abierto a recibir nuevas propuestas y voluntarios: “Si alguien tiene una idea o necesita un espacio para desarrollarla, se puede acercar. Nosotros lo vamos a acompañar. Este es un lugar de puertas abiertas”. Y concluyó agradeciendo a quienes colaboran diariamente: capacitadores, instituciones, voluntarios, y también a la comunidad educativa, como el caso de la Escuela Dante, cuyos estudiantes ya se preparan para sumarse a la actividad del Día del Niño, como lo hicieron el año pasado.