El juez federal Marcelo Bailaque, imputado por presuntas maniobras de corrupción, incumplimiento de los deberes de funcionario público y prevaricato, presentó su renuncia al cargo y solicitó la jubilación anticipada.
De esta forma, si el presidente Javier Milei acepta el pedido, el magistrado perdería los fueros y tendría que cumplir con la medida de prisión preventiva en su casa.
Bailaque había sido citado a declarar por el Consejo de la Magistratura, para el próximo 17 de junio, en el marco de un proceso de destitución. Por otra parte, el juez inició los trámites para jubilarse con el régimen especial del sur, ya que desempeñó su actividad en Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz, antes de arribar a la ciudad de Rosario.
Antecedente clave
En noviembre de 2024, la diputada provincial Mónica Cattalini (Partido Socialista) declaró como testigo ante el Consejo de la Magistratura en el marco de la investigación por presunto mal desempeño del juez Bailaque. Su testimonio se dio luego de haber presentado una denuncia formal que impulsó el proceso disciplinario contra el magistrado.
Cattalini había acusado a Bailaque de haber entorpecido investigaciones sobre narcotráfico en Rosario, específicamente señalando su actuación en la causa conocida como “Los Monos VIP”. La diputada también cuestionó la lentitud en la tramitación de expedientes, su presunta protección a ciertos imputados y su negativa a profundizar investigaciones en casos sensibles.
La legisladora calificó como “alarmante” la conducta del juez y consideró que “no se trata de errores aislados sino de un patrón sistemático de encubrimiento”. Su intervención resultó clave para que el Consejo de la Magistratura avanzara con el proceso de enjuiciamiento.
